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El doble femicidio, un baño de sangre delante dos nenes que vieron morir a su madre

por la tarde, se repitieron las escenas de dolor entre familiares y allegados a las víctimas. a pocos metros, en 164 entre 62 y 63, trabajaban los de peritos policiales / sebastián casali

Solo en los comentarios, las observaciones familiares, el posteo de una foto con una pierna llena de moretones o -quizás- la memoria de una nena y un nene en edad de Jardín de Infantes está el rastro de lo que podría haber sido un indicio a analizar para detener el baño de sangre que se desató en Los Hornos.

Según la presunción policial y judicial, la tragedia se consumó una vez que el joven policía de 23 años, Juan Ignacio Soto, bajó de su VW Gol e ingresó a la casa que compartía con su pareja desde hacía dos años, Florencia Sandoval (23), con la intención de asesinarla.

Eso ocurrió pasadas las 14.30 de ayer, en la casa de estilo alpino situada en 164 entre 62 y 63. Según la investigación el uniformado usó su arma reglamentaria para ejecutar un ataque que terminó configurando un doble femicidio, ya que en primer terminó asesinó a Cielo Deluca, una mujer trans de 20 años, que habría intentado parar la agresión contra Sandoval y recibió varios balazos de la Bersa Thunder calibre 9 milímetros empuñada por Soto, según los primeros tramos de la investigación que conduce el fiscal penal Martín Almirón (UFI Nº 8).

Deluca, presumen los investigadores nada tenía que ver con una relación dominada por la violencia y el hostigamiento de Soto hacia Sandoval.

La joven era vecina de la pareja y habría estado en la escena con la finalidad de proteger a la otra mujer o simplemente como ocasional testigo. Vivía en una de las casillas de madera que prosigue la línea de viviendas con la alpina hacia la calle, todas unidas por un pasillo que ayer quedó regado de sangre y vainas servidas.

Creen los investigadores que Sandoval intentó huir por allí junto a sus dos hijos pero las balas la alcanzaron por la espalda, antes de llegar a la vereda. La mujer, contaron allegados, temía que la violencia anunciada en los últimos tiempos, se extendiera a los chicos.

Las manchas de sangre en la ropa indicaban el infierno por el que pasaron los chicos

Sin embargo, el femicida siguió camino tras el ataque a Deluca y Sandoval, se calcula. Subió a su auto y huyó, pero alguien había alertado a la Policía, que ya estaba detrás suyo. La persecución terminó a pocas cuadras, ante una casa situada en 166 entre 59 y 60, donde viven los padres del Policía, contó una fuente de la investigación.

“Intentó escapar hasta que se vio rodeado y decidió entrar a la casa de su familia. Ahí se pegó un tiro en la cabeza”, resumió sobre el último capítulo de la violencia una fuente del caso.

A esa hora, peritos de la policía Científica analizaban pruebas para una causa que se cerrará, extinguida por la muerte de quien se concluye en estas horas, fue el responsable de la masacre.

Soto fue trasladado al Hospital San Martín, donde falleció en cuestión de minutos, tras declararse la “muerte cerebral”.

El barrio era a esa hora, un hervidero de vecinos azorados y familiares y amigos quebrados por la muerte. Los hijos que Sandoval tuvo con una pareja anterior estaban momentáneamente bajo custodia de una vecina, comerciante en la zona. “Uno de los chicos tenía la ropa manchada con sangre”, resumió sobre el horror una vecina.

En la UFI Nº 8 se iniciaron investigaciones para determinar si Sandoval había denunciado violencia. Según esas primeras consultas, la mujer que trabajaba como enfermera y cuidadora, no había señalado al Policía, quien se desempeñaba en una unidad especial (UTOI) para situaciones de crisis, con asiento en el Conurbano.

golpes, amenazas

No obstante eso, por la tarde comenzaron a brotar recuerdos de la violencia: “gente de la zona contó que ejercía violencia. La amenazaba y la golpeaba hasta con un machete. Incluso, esas amenazas se extendían a los hijos”, contó la fuente consultada sobre al ambiente en la casa que alquilaban.

El fiscal recibirá hoy estos testimonios y también espera el informe de autopsia a los cuerpos, que se realizará en la asesoría pericial de Lomas de Zamora.