Montañas, bosques y el agua cristalina de los lagos Nahuel Huapi y Moreno configuraron el escenario. El paisaje tentó a los más de 250 delegados que se encontraban el jueves al atardecer en el jardín trasero del Hotel Llao Llao, en Bariloche. Allí se había instalado una carpa para el brindis con canapés, buen vino y un pernil. Acompañado por el presidente del Banco Central (BCRA), Federico Sturzenegger, el ministro de Hacienda, Nicolás Dujovne, levantó la copa para el brindis y predijo para el país: «Vamos a converger a una tasa de inflación baja». Evitó decir cuándo, pero hizo una pausa de segundos y remató: «Pronto».
Tras la asunción de Mauricio Macri como presidente del G-20 en el CCK el jueves a la mañana, la atención se concentró en Bariloche, donde se realiza desde ese día y hasta hoy la primera reunión de delegados de Finanzas y bancos centrales. «Dujovne y Sturzenegger se la pasaron charlando, sentados uno al lado del otro en el vuelo a Bariloche», contaron a LA NACION cuando este medio consultó sobre la relación, en tiempos de algunos «desacoples», entre el hombre que conduce los graduales destinos fiscales y quien induce la más ortodoxa política monetaria.
Dujovne estuvo a cargo de dar la bienvenida y relatar los cambios que se viven en el país, mientras que Sturzenegger resaltó los temas elegidos por la Argentina para debatir durante el año de la presidencia.
Esos temas son el futuro del trabajo y la educación, la infraestructura para el desarrollo y la búsqueda de un futuro alimentario sostenible. El jueves hubo un panel de expertos, de 14 a 16, en el que se discutió sobre el impacto de la robotización y la automatización en el mercado laboral. Allí, entre otros, participó el viceministro de Economía, Sebastián Galliani. Luego del coffee break comenzó el debate que más le importa al Gobierno, el del financiamiento en infraestructura. «Hay mucha liquidez en el mundo. La Argentina dilapidó toda su infraestructura y se quiere trabajar mucho este tema», contó un funcionario que estuvo en la reunión. «Igualmente, la idea es tener debates más a mediano plazo, pensar temas profundos, a 10 años», agregó la fuente. Según contó desde dentro del hotel, no se registraron incidentes ni ninguna manifestación política contraria a la reunión. «No se notó nada. Todo estuvo muy tranquilo. El Llao Llao es una fortaleza», contaron a este medio.
El realizado en estos días es el llamado track de Finanzas que volverá a reunirse, ya con ministros y titulares de bancos centrales, entre el 17 y 18 de marzo en Buenos Aires. Antes habrá una reunión del grupo de trabajo en Inversiones e Infraestructura esta semana en Buenos Aires, y previo a fin de año (y concordante con la reunión ministerial de la Organización Mundial de Comercio) se realizará la primera reunión de los «sherpas» en Bariloche.
El jefe de Gabinete del Ministerio de Hacienda, Ariel Sigal, fue quien presentó a los delegados argentinos en el canal de finanzas ante el G-20. Por Hacienda, la representante es Laura Jaitman, una economista doctorada en Londres y con pasado en el Banco Interamericano de Desarrollo (BID). Por el BCRA, Demian Reidel, físico, economista y vice segundo del Central. Jaitman y Reidel serán los encargados de encabezar las reuniones (algunas bilaterales), debatir las diferentes posiciones, recolectar informes y consensuar con los otros delegados. En esto, cuentan fuentes oficiales, estaban trabajando hoy esos funcionarios.
El track financiero tendrá tres reuniones preparatorias más y una quinta, en noviembre de 2018, para redactar el borrador final de los consensos básicos alcanzados, según contaron en el Ministerio de Hacienda. Por otro lado habrá encuentros de Grupos de Afinidad, como el B20 (negocios), el C20 (institucionalidad), el Labour20 (mercado laboral), Sciencie20 (ciencia), Think20 (políticas públicas), Women20 (género) y Youht20 (jóvenes).