El foco está puesto especialmente sobre General Pueyrredón y Moreno como los dos municipios que tienen gastos superiores a sus ingresos. Pero en el tablero de diagnóstico de los distritos que tiene el gobierno de María Eugenia Vidal hay varios casos de «inviabilidad» entre las intendencias bonaerenses. La administración provincial pide cambios, ajustar tasas y aumentar la recaudación para que dejen de necesitar asistencia permanente.
«Mar del Plata [General Pueyrredón] y Moreno» son los dos distritos que nombra inmediatamente una calificada fuente del gobierno bonaerense ante la consulta de LA NACION sobre la existencia de municipios que, con su esquema de funcionamiento actual, resultan inviables. Allí, «se gasta más de lo que se recauda», resume la fuente.
General Pueyrredón, donde gobierna el intendente Carlos Arroyo, de Cambiemos, recibió sucesivas asistencias financieras. Moreno, a cargo del camporista Walter Festa, enfrenta desde hace meses dificultades para pagar en tiempo y forma los sueldos de los empleados estatales.
«Tenemos a todos los distritos muy monitoreados. Sabemos si toman empleados, en qué gastan la plata. Hay un seguimiento permanente», subraya a LA NACION uno de los funcionarios bonaerenses que participan de ese control que realiza el gobierno de Vidal.
Con distintos grados de dificultades, pero todos con números complicados, en el diagnóstico del gobierno provincial aparecen también varios distritos gobernados por Cambiemos, como Tornquist, Bahía Blanca, San Pedro y Berisso. También figura Necochea, administrado por el Frente Renovador. Son municipios que piden oxígeno financiero con asiduidad, según pudo saber LA NACION de una fuente calificada del gobierno provincial.
El rubro infraestructura es otra variable que se tiene en cuenta en el análisis de municipios de la administración Vidal. En ese ítem aparecen Pilar y José C. Paz como distritos «que no tienen la infraestructura que deberían tener por la plata que recibieron [durante el kirchnerismo]», afirma la fuente. Moreno también se menciona en esa nómina.
Cerca de la gobernadora incluyen un condimento político en algunas de las situaciones complejas que atraviesan distintos distritos que estuvieron gobernados por el kirchnerismo. «En ciertos distritos chicos, como arriba tenían un padrino político que ayudaba solamente a los distritos kirchneristas, no aumentaban las tasas y después le pedían plata a [Daniel] Scioli. Eran Gardel», critica un funcionario del gobierno bonaerense. «Nosotros no damos ATN [Aportes del Tesoro Nacional] ni ATP [Aportes del Tesoro Provincial], buscamos ordenar. Sería como darle morfina a un enfermo terminal», define.
Bajada de línea
El Gobierno de Vidal le reclama a los intendentes de estos municipios complicados que aumenten tanto las tasas como su índice de cobro. Así lo definen en la administración provincial ante la consulta de LA NACION: «Salís aumentando las tasas y la cobrabilidad. Es decir, pagando un costo político, como pagamos nosotros al aumentar el [impuesto] inmobiliario rural».
A pesar de los reproches, en el seno del gobierno bonaerense admiten que la mayoría de los intendentes con dificultades económicas «va haciendo los deberes», y subrayan que comenzaron la gestión «con más de 100 municipios con problemas económicos y financieros, y hoy son menos de 30».
Diagnóstico de los distritos bonaerenses
María Eugenia Vidal
Gobernadora de Buenos Aires
La administración pide cambios, ajustar tasas y aumentar la recaudación para evitar asistencias permanentes.
Carlos Arroyo
Intendente de Gral. Pueyrredon
General Pueyrredón, donde gobierna Arroyo (Cambiemos), es uno de los municipios que más asistencia recibió.
Walter Festa
Intendente de Moreno
Walter Festa (La Cámpora) pagó los sueldos de los empleados municipales tras un permiso para girar en descubierto.
