El Banco Central salió a marcar la cancha en el mercado financiero desde el primer minuto de la apertura de las operaciones al ofrecer un volumen de 5.000 millones de dólares a un precio de 25 pesos por unidad, pese a lo cual la divisa se disparó 1,79 pesos a nivel minorista y cerró a un promedio de 25,51 pesos.
En la jornada previa a la megalicitación de Lebac que tendrá lugar hoy por un volumen en vencimiento de 617.000 millones de pesos, alrededor de la mitad del stock total de este tipo de letras, el Central también determinó una baja en el nivel de efectivo mínimo (encajes) en poder de las entidades financieras para el mes de mayo, para favorecer la compra de estas letras por parte de estas en la licitación de hoy, dado que por disposiciones anteriores las entidades financieras no podrán adquirir más dólares.
El monto original del vencimiento de las Lebac era de 673.000 millones de pesos, pero como el Banco Central recompró sus propias letras en el mercado secundario por 24.000 millones, sumado a otros 32.000 millones el viernes pasado, el monto final a ser renovado hoy descendió a 617.000 millones de pesos.
LÍNEA TESTIGO
En el mercado mayorista, donde el avance respecto al viernes fue de 1,63 pesos, la divisa estadounidense cerró en 24,99 pesos, un centavo abajo del precio testigo fijado por el Banco Central en su oferta.
De los 5.000 millones de dólares ofertados por la autoridad monetaria, solamente se vendieron 408 millones. Este monto hizo que en el Banco Central viviera ayer por la tarde un “clima de satisfacción, ya que la receta utilizada tuvo efecto, pues aunque el dólar cerró 51 centavos por encima del precio fijado por el organismo, la divisa se clavó en ese valor rápidamente y casi no se movió de ahí hasta el final de la jornada”, dijeron fuentes del mercado.
El balance final de la rueda reflejó un movimiento total de 1.326 millones de dólares en el contado y de 40,4 millones de dólares en futuros del MAE, donde el Central no tuvo intervención.
El analista Gustavo Quintana sostuvo que “la oferta del Banco Central en 25 pesos fue activada con operaciones en el último tramo de la rueda, cuando se operó mayor cantidad en ese nivel”.
“La demanda por cobertura estuvo muy sólida e impulsó un avance que encontró límite preciso a la oferta del Banco Central”, acotó Quintana.
De esta forma, con un cierre de 24,99 pesos a nivel mayorista, la devaluación del peso contra el dólar fue de 7,44 por ciento en una sola jornada. Los inversores estuvieron atentos a la evolución del dólar y lo que sucedía en el mercado secundario con las Lebac, donde las tasas mostraron una leve baja respecto al cierre de la semana pasada.
Fuentes del ente monetario dijeron que la tasa de rendimiento de las letras que vencen hoy fueron del 46%, en tanto que las que vencen a 30 días se ubicaron en 42%.
“En el mercado secundario las tasas de Lebac operan en 40%, 38,8%, 38% y 37,7%, (en los plazos) de junio a septiembre. Tasas más bajas que la semana pasada pero nuevamente con fuertes presiones alcistas en el mercado cambiario, que veo yo sobrecomprado a corto plazo, sobre todo los futuros”, dijo Gustavo Neffa, Socio y Director de Research for Traders.
En base al relevamiento diario que realiza el Banco Central en el mercado minorista, la cotización más alta correspondió al Banco Galicia, en 25,80 pesos; mientras que la más baja se encontró en los bancos Ciudad y Patagonia, en 25,30 pesos.
Mientras tanto, las reservas internacionales finalizaron en 53.411 millones de dólares, disminuyendo 1.006 millones respecto al día hábil anterior. En el mercado de cambios, el Banco Central tuvo la apuntada participación de U$S 408 y se realizaron pagos de servicios a Organismos Internacionales por U$S 11 millones y un pago por 5 millones de dólares.
Mientras tanto, a pesar del optimismo que se vivía ayer en el Banco Central, el Instituto de Finanzas Internacionales (IIF), una asociación que representa a 450 entidades a nivel mundial estimó que la crisis local es por el peso sobrevaluado y estima que el país necesitará más que u$s 30.000 millones por parte del FMI para detener la sangría, que se llevaría otros 15.000 millones de dólares de las reservas.
IMPACTO EN USOS Y COSTUMBRES
El impacto en la vida cotidiana del dólar ya se está haciendo notar en distintos rubros que van desde el tipo de compras hasta la decisión de postergar o en algunos casos acelerar operaciones ya planeadas.
Por ejemplo, es indudable el impacto en los precios a los consumidores y al comercio. Es más ya algunos empresarios, en especial medianos y chicos denuncian que “no hay precios para distintos artículos” tengan o no que ver con insumos importados.
En otros casos, la falta de precios posterga algunas decisiones de compra de inmuebles, aunque en otros casos buscan consolidar las comprar, por la pérdida del poder adquisitivo de los préstamos pautados en pesos, pero que claramente han perdido valor sobre inmuebles que cotizan en dólares.
La contrapartida de esta situación se da en los automóviles, en especial los importados, dado que las agencias no logran reacomodar sus valores antes de las respectivas compras, que más allá que en algunos casos se concreten en dólares, aún no reflejan los valores actualizados tras la devaluación.
Algo similar sucede con los pasajes aéreos, en especial los de Aerolíneas que siguen cotizándose en pesos, por lo que muchos turistas adelantaron la reserva de los pasajes para evitar el pago de sobreprecios.
En tanto, indudablemente la su depreciación del peso frente al dólar erosiona el poder adquisitivo de los ahorros, si están en moneda local, o los aprecian, si el atesoramiento estaba en la divisa norteamericana o alguna otra considerada “dura”.
Una parte importante de la tecnología se importa y se paga en dólares. En ese caso, el traslado a los precios del aumento en la divisa norteamericana golpea directamente, por ejemplo, en los valores de las computadoras, si bien su valor está bajo. Además, otros costos relacionados con la venta de esos productos, como el packaging y la logística, tiene menor incidencia en el precio final de venta del insumo que en otros productos tecnológicos más baratos.
Al igual que en el caso de la tecnología, en los alimentos la apreciación del dólar se notará en el valor de los productos que vienen del exterior, cuya llegada favoreció gradualmente el Gobierno. Entre ellos están los whiskys de las marcas más conocidas y frutas como la banana.
