Por LAUTARO SEGURA
Estudiantes mereció quedarse con algo más ayer ante Lanús en el Centenario de Quilmes, pero no logró plasmar su dominio en el marcador y se tuvo que conformar con el 1-1. Gastón Fernández, una de las figuras, abrió el marcador con un golazo, pero a la jugada siguiente Lautaro Acosta empató la historia para la visita. Con esta igualdad el Pincha llegó a las 17 unidades en el campeonato de la Superliga y buscará la semana entrante cerrar el 2018 con un triunfo en el Nuevo Gasómetro.
En los últimos encuentros al equipo le había costado generar situaciones de gol y, por este motivo, Leandro Benítez decidió meter mano en el esquema y paró a Gastón Fernández como una especie de enganche por detrás de una dupla de ataque conformada por Mariano Pavone y Lucas Albertengo. La idea en el primer tiempo le resultó en ofensiva, ya que Estudiantes puso contra las cuerdas en varias ocasiones al Granate y tuvo pasajes donde los hombres del mediocampo pudieron triangular y crear peligro.
LA LIBERTAD DE LA GATA, UN DOLOR DE CABEZA PARA EL GRANATE
La Gata se movió con suma libertad y fue un verdadero dolor de cabeza para los defensores rivales, algo que quedó demostrado al minuto de juego cuando sacó un zapatazo letal desde fuera del área para colocar el 1-0. En la primera etapa el experimentado atacante albirrojo, que ayer llegó a los 200 partidos en el club, también tuvo otras chances claras que por poco no se transformaron en tanto. Igualmente no fue el único que llevó peligro, ya que también Mariano Pavone, Lucas Albertengo (segundo partido consecutivo como titular) y Fernando Zuqui pusieron en aprietos a Lanús.
La defensa del León no mostró la seguridad de otros partidos y cometió varios errores
Pero, ¿por qué Estudiantes se fue 1-1 al entretiempo si logró tener más caudal de juego que partidos anteriores? El principal inconveniente lo tuvo en la última línea, que lejos de mostrar la seguridad de partidos anteriores se mostró insegura y cometió varios errores. El tanto del empate fue un claro ejemplo de ello, ya que los centrales se quedaron dormidos y el experimentado Lautaro Acosta venció la resistencia de Mariano Andújar tomando un rebote en el corazón del área. La ventaja al equipo de Benítez le duró apenas 7 minutos.
La visita, sin mostrar demasiado, generaba peligro filtrándose en los espacios que dejaban los defensores albirrojos. Para colmo, y a pesar de tener hombres con altura, Lanús también encontraba en la pelota parada un arma para inquietar al arquero pincharrata, que tras un córner les fue a hablar a Jonatan Schunke y Fabián Noguera para que estén más atentos a la hora de marcar.
DOMINIO ACENTUADO CON CLARIDAD EN EL COMPLEMENTO PARA EL LEÓN
En el complemento Estudiantes acentuó su dominio en el juego y le generó varias situaciones de riesgo a Lanús para llevarse el partido. Gastón Fernández, al igual que en la primera etapa, y Fernando Zuqui, que se adelantó unos metros, fueron los conductores del equipo de mitad de cancha hacia adelante y participaron activamente en la mayoría de las jugadas en ataque.
El empate dejó un sabor agridulce para los jugadores de Estudiantes, por no capitalizar lo creado
Faltando veinte minutos Benítez decidió meter mano y sacó a Mariano Pavone, que no estaba entrando demasiado en juego, para poner en cancha a Matías Pellegrini. El categoría 2000 primero se movió por la banda izquierda pero, ante la entrada de Francisco Apaolaza en la segunda variante, ocupó el lugar que dejó vacío la Gata por detrás de los dos delanteros. Estos cambios le permitieron renovar el aire al Pincha de mitad de cancha hacia adelante.
La defensa en el segundo tiempo fue encontrando la seguridad y el orden con el correr de los minutos, aunque en el comienzo algunos errores le sirvieron en bandeja a los atacantes de Lanús el segundo gol. Pero a pesar de dichos sustos, Andújar estuvo más tranquilo en los segundos 45 minutos ya que las jugadas de la visita murieron mayoritariamente en tres cuartos de cancha.
Volviendo con la faceta ofensiva, e intentando analizar por qué el Pincha no pudo llevarse la victoria, hay que marcar que varios jugadores fallaron en momentos en el anteúltimo y/o último toque y por eso situaciones de claro peligro terminaron en la nada. Facundo Sánchez, por ejemplo, no estuvo fino a la hora de lanzar los centros desde la derecha, mientras que Albertengo se erró dos cabezazos claros en el área.
UNA IGUALDAD QUE LES DEJÓ SABOR A POCO
El empate dejó un sabor agridulce en los jugadores de Estudiantes, quienes no pudieron capitalizar las jugadas que generaron. A Leandro Benítez le habrá quedado una buena impresión del esquema utilizado, aunque en la semana deberá ponerle atención al labor de la defensa, que no tuvo una buena tarde en Quilmes, especialmente en el primer tiempo y el arranque del complemento.
