El desafuero que enfrentó Julio De Vido no se replicará en el Senado ante una eventual ofensiva judicial contra Cristina Kirchner, ya que se vería beneficiada con la jurisprudencia que le permitió a Carlos Menem revalidar su banca por La Rioja en las elecciones del último domingo.
El peronismo es el principal defensor de la idea de sostener que un legislador, ya sea en funciones o electo, como la ex presidenta, sólo podrá perder la inmunidad de arresto que le garantizan sus fueros ante una sentencia firme confirmada por la Corte Suprema.
En el oficialismo tampoco ven con buenos ojos la posibilidad de cerrarle el camino a su banca en el Senado a Cristina sin que medie, como mínimo, un pedido judicial. Recién en ese caso, el interbloque de la UCR y Pro se sentaría a discutir los pasos a seguir.
«Hoy por hoy ningún juez pidió nada, es una pregunta abstracta todavía», afirmó en la tarde de ayer el presidente provisional del Senado, Federico Pinedo (Pro-Capital), a la salida de una reunión que mantuvo con el ministro del Interior, Rogelio Frigerio, en la Casa de Gobierno.
Pinedo fue más allá y aseguró que en el caso de que se presente algún requerimiento judicial, «habrá que analizar cuáles fueron los elementos del juez para pedirlo». En la misma sintonía se expresó el radical Luis Naidenoff (Formosa), quien aseguró que aun en el caso de que hubiera una solicitud, el bloque oficialista «tendría que discutirla y analizar la oportunidad política».
Más tajante aún fue la presidenta de la bancada de Pro en la Cámara alta, Laura Rodríguez Machado (Córdoba). «Más allá de que la gente la quiera ver presa [a Cristina], somos conscientes de que detrás de esa senadora está la investidura de una ex presidenta de la Nación», afirmó la legisladora a la agencia Télam.
La clave la tiene el bloque del PJ-FPV, que es mayoría. Sin sus votos, o por lo menos los de una buen parte de sus integrantes, sería imposible alcanzar las mayorías que se requieren para impedirle asumir la banca o quitarle la inmunidad de arresto.
Ayer, el jefe de esa bancada, Miguel Pichetto (Río Negro), cerró la puerta a cualquier posibilidad de que su bancada replique la actitud de los diputados del FPV con De Vido. «El fallo de la Cámara Federal que habilitó a Menem es muy claro en cuanto al principio de inocencia y de que no hay cosa juzgada hasta que no haya sentencia firme confirmada por a Corte», afirmó el rionegrino, quien desde el año pasado mantiene un duro enfrentamiento político con Cristina Kirchner. En la misma sintonía se manifestó Juan Carlos Romero (PJ-Salta), otro viejo rival de la ex presidenta. «En el Senado, el criterio es la sentencia firme y eso lo confirmó la Corte en el caso de Menem, no veo que previamente se pueda excluir a alguien», afirmó.
El banco de pruebas para el ingreso de la ex presidenta al Senado será la Comisión de Asuntos Constitucionales, que en las próximas semanas deberá reunirse para analizar los diplomas de los senadores electos. Según anticipó la diputada electa Graciela Ocaña (Cambiemos), el diploma de Cristina Kirchner podría ser impugnado. Sin embargo, parece difícil que un pedido de ese calibre pueda prosperar. Amén del antecedente de Menem, el peronismo tiene mayoría en la Comisión de Asuntos Constitucionales, que preside Marcelo Fuentes (FPV-Neuquén).
Lo certero es que Cristina Kirchner deberá armar un bloque aparte. Ayer lo ratificó el senador Pedro Guastavino (PJ-FPV), quien consideró que la ex presidenta «hace más daño que lo que puede aportar».
Críticas de D’elía por la elección
Luis D’Elía cuestionó ayer a la senadora electa Cristina Kirchner por no haber acordado una interna con Florencio Randazzo. «Hoy yo creo que fue un error (?). Porque hoy todos los votos de Randazzo estarían acá adentro. Y precisamente por estar afuera perdimos», dijo en una entrevista con Infobae.
Y después continuó: «Después de tres derrotas yo quiero abrir un espacio de discusión», señaló en un intento por abrir un debate en el kirchnerismo. «Me gustaría que Cristina, además de escuchar a La Cámpora, escuche a los otros grupos, que sea capaz de organizar a todos los sectores del movimiento nacional, bancarse el debate con los compañeros», continuó en la línea crítica.
Y finalmente advirtió: «Como vamos, vamos de nuevo en el 2019 a otra derrota».