El socio y amigo de Amado Boudou, José María Núñez Carmona, liberado antenoche por la Cámara Federal porteña, se presentó ayer en Comodoro Py con su abogado, Matías Molinero, para notificarse de su excarcelación. Reiteró en los tribunales que no compró la imprenta Ciccone Calcográfica ni puso dinero en ella. Además destacó que el exvicepresidente no tenía vínculo con el imputado en el caso Ciccone, Alejandro Vandenbroele, y que la relación era solo con él.
Núñez Carmona asistió ayer a la secretaría del juez federal Ariel Lijo, quien lleva las causas en su contra por enriquecimiento ilícito y lavado de dinero. Allí se presentó junto a su defensa para firmar las actas de su liberación. Cumplía prisión preventiva, al igual que Boudou, desde el 3 de noviembre pasado.
Al salir de Comodoro Py brindó detalles a la prensa sobre su estada en el penal de Ezeiza y dijo que tanto él como Boudou estuvieron «tranquilos», y que jugaron al fútbol con el resto de los exfuncionarios kirchneristas; el exsecretario de Legal y Técnica Carlos Zannini, el empresario Cristóbal López y el exsecretario de Obras Públicas José López.
Además de las actividades deportivas, dijo que se dedicó a pintar mandalas y que el exvicepresidente organizó talleres de canto. Núñez Carmona agregó: «Zannini es un gran cantante de tangos». Calificó al exfuncionario preso desde principios de diciembre por el memorándum con Irán, como «el goleador» de los partidos.
La unidad penitenciaria está dividida en 7 módulos, de los cuales cada uno tiene 10 pabellones. Núñez Carmona compartía con Boudou el módulo 4, pero distinto pabellón. «Nos cruzábamos en el campo, en los talleres, y hablábamos a través de un muro», detalló el socio y amigo.
Relató sobre la rutina diaria en prisión: «Nos hacían muchos controles médicos. Me vino bien porque me encontraron el colesterol alto». También contó que a partir de las 8 de la mañana se abría la celda y podía acceder a un salón de usos múltiples en el que solo veía el cielo a través de una reja.
El campo del penal era el lugar de encuentro. Ahí además de jugar al fútbol se cruzaba con José López, y con los empresarios Lázaro Báez y Cristóbal López.
La causa
«No tuve miedo antes y no tengo miedo de volver a la cárcel. Mi preocupación más grande tiene que ver con las prisiones preventivas, con las detenciones», aclaró el socio de Boudou, en medio de la incertidumbre sobre su futuro.
El martes próximo deberá presentarse en los tribunales ante el juez para una ampliación de indagatoria en la causa en su contra por enriquecimiento ilícito.
Mientras tanto, su defensa apunta contra Lijo y el camarista federal Leopoldo Bruglia, quien votó ayer por mantener la prisión preventiva de Núñez Carmona. Analiza la posibilidad de pedir sus apartamientos y, además, evalúa denunciar el desempeño de Lijo ante el Consejo de la Magistratura.
Núñez Carmona se enteró por la televisión que los jueces Eduardo Farah y Rodolfo Pocillio Argerich habían decidido liberarlo. De inmediato se lo contó a Boudou. Ayer, casi un día después, fue el turno de su amigo y socio.