En la Casa Rosada estaban confiados. En las PASO,Cambiemos le había asestado un golpe con gran efecto simbólico al legendario justicialismo pampeano y se preparaban para repetir el éxito. Pero no alcanzó. La boleta que encabezó el joven candidato del oficialismo nacional, Martín Maquieyra (45,26%) quedó apenas por debajo del delfín del gobernador Carlos Verna, Ariel Rauschenberger (45,54%).
En las primarias, Cambiemos le había sacado más de diez puntos de ventaja. Sin embargo, en diálogo con LA NACION, Maquieyra evaluó que fue «una elección histórica» considerando que el gobernador «se puso la campaña al hombro» y que el caudal de votos los posiciona para en 2019 «intentar cambiarle el color político a La Pampa»
«Esperábamos una elección reñida pero creíamos que íbamos a estar unos puntos más arriba. Sin embargo para nosotros es igual una elección histórica: con un frente que formamos hace sólo dos años hicimos tambalear una estructura grande», analizó Maquieyra. Su fuerza aún no reconoció la derrota ya que están esperando el conteo definitivo de votos. Como la diferencia entre una fuerza y otra es de unos cientos de sufragios evalúan que la diferencia puede ser menor o incluso, se esperanzan, puede darse vuelta.
Entre los motivos que explican el crecimiento de la boleta de Rauschenberger, el candidato de Cambiemos señaló que subieron los niveles de participación del electorado al tiempo que bajó el voto en blanco. Además, fue clave la figura de Verna que se identificó totalmente con el candidato. Al respecto, anoche el gobernador publicó un comunicado agradeciendo el espaldarazo de los pampeanos. «Quiero agradecer en primer lugar al pueblo de mi provincia, creo que los pampeanos entendieron que necesitábamos diputados peronistas para defender los intereses de la provincia en la Cámara de Diputados», comienza el texto.
Luego Verna destacó la importancia de la militancia y, finalmente, se refirió a la relación con el Ejecutivo nacional. No es novedad que la relación con la Casa Rosada es tirante y que Verna es considerado como un jefe provincial que no articula en pos de la gobernabilidad. Al respecto dijo: «Nos acusaron de que somos los malos que peleamos al Presidente, nos dijeron que discriminan a La Pampa porque no convenimos con el Gobierno Nacional. Pero yo no voy a convenir con el Gobierno Nacional si eso perjudica a mi provincia».
Más allá de esta reivindicación de poder de Verna, el resultado final fue ajustado y abre la puerta para desafiar al peronismo histórico cuando se ponga en juego la gobernación en 2019.
