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En el mismo momento en que el taxista moría, el acusado salía libre

Jorge Gómez (52), el taxista de Ensenada que el pasado miércoles por la mañana recibió una feroz golpiza en Ensenada, falleció ayer a las 16,15 en el Hospital Cuenca Alta de Cañuelas. En simultáneo, el acusado de haber cometido el bestial asesinato ya estaba de nuevo circulando libremente, sin impedimento alguno. De hecho, es muy probable que hoy cualquier ciudadano se lo pueda cruzar en alguna calle de la Región conduciendo algún vehículo, excepto la lujosa Amarok VW que guiaba cuando protagonizó el demencial ataque, porque esa camioneta quedó secuestrada en la causa como uno de los elementos de prueba que serán usados para reconstruir en el expediente judicial el desarrollo de los hechos.

En tal sentido, ayer el juez de Garantías de La Plata Juan Pablo Masi, si bien hizo lugar, parcialmente, al pedido de detención formulado para el imputado Esteban Oscar González Zablocki (27) y le denegó un pedido de eximición de prisión presentado por su defensa, la captura está por ahora en suspenso hasta que se cumpla con el “doble conforme”.

Voceros judiciales indicaron que, en rigor, esto significa que el acusado por este crimen puede seguir libre hasta que esa denegatoria de prisión -recurso mediante- sea tratada por la Cámara de Apelaciones y Garantías de nuestra ciudad.

“La orden de detención está en suspenso, al menos hasta que se expida la Cámara”

También indicaron que para que González Zablocki marche preso, la alzada no sólo debe confirmar la denegatoria de la eximición de prisión, sino señalar expresamente que cumplida ya la doble instancia se debe proceder a la detención.

“Si no es así, el imputado podría seguir libre si se presenta un nuevo recurso ante el Tribunal de Casación Penal bonaerense, inclusive hasta en la Corte provincial y nacional, porque el juez Masi tiene el criterio amplio para que una resolución de esa índole quede firme. Esto es, que se agoten todas las instancias recursivas, hasta que en alguno de los tribunales superiores -como se dijo- se señale expresamente que debe ordenarse la captura”, explicaron fuentes judiciales.

De todas maneras, la situación procesal del imputado sería tratada por la Cámara recién la semana próxima, porque antes de remitir las actuaciones a la alzada, el fiscal debe concretar un nuevo pedido de detención con el nuevo encuadre legal de homicidio consumado, e indagarlo de nuevo.

discrepancias en el delito

En su pedido de detención, el fiscal penal de La Plata que investiga el caso, Juan Mennucci, había encuadrado el caso como “tentativa de homicidio calificado por alevosía”, y para fundar el carácter violento del acusado, hizo mención a un antecedente similar que habría protagonizado en Mar del Plata, y del que resultó victima un joven berissense (ver nota aparte).

Sin embargo, el juez Masi entendió en su resolución que “no se reúnen las características necesarias para configurar la alevosía, esto es, un obrar a traición y sobre seguro utilizado por el presunto autor del hecho”.

“Tampoco resulta suficiente por sí sola la superioridad física del imputado invocada por el fiscal para configurar” la alevosía, detalló el juez, que en base a estos argumentos hizo lugar a la detención del acusado por el delito de “tentativa de homicidio simple”.

nueva indagatoria

Anoche, al cierre de esta edición, el fiscal formulaba un nuevo pedido de detención con el nuevo encuadre legal (seguramente homicidio agravado en los términos del art.80, inciso segundo del C.P.), al juez de Garantías, como paso previo a la nueva indagatoria.

Cabe aclarar, que el delito de homicidio simple se castiga con penas de 8 a 25 años de prisión, mientras que el agravado por alevosía contempla la perpetua.

En la primera indagatoria concretada ayer, el imputado, por consejo de sus abogados defensores Juan Gabriel Mendy y José Luis Villada, se mantuvo en silencio. Luego, González Zablocki quedó formalmente procesado.

Desde las fiscalías de 7 entre 56 y 57 fue llevado de nuevo hasta la dependencia policial de 61 entre 12 y 13, donde fue liberado, en razón de la eximición de prisión presentada antes de la detención por el primer abogado defensor que tomó el caso, Julio Beley.

Mientras todo este procedimiento se llevaba adelante en los Tribunales, en el hospital de Cañuelas, Gómez luchaba por su vida. El parte médico dado a conocer cerca del mediodía daba cuenta de que el taxista se encontraba recibiendo “asistencia respiratoria y soporte hemodinámico” y que había sufrido “un trauma cerrado de encéfalo”. El dato más desalentador se conoció horas después cuando se confirmó que Gómez “tenía muerte cerebral” y que dicho estado “era irreversible”.

Finalmente, se dio a conocer la noticia más desgarradora para la familia y los amigos del taxista, quienes, a pesar de la tristeza y la bronca, hicieron lugar a la empatía y donaron los órganos de Jorge, se informó oficialmente.

El hecho ocurrió a las 6.30 del miércoles pasado, después de que Gómez llegó a la central de taxis de El Dique en la que trabajaba y, tras atender un llamado, se dirigió al Chevrolet Corsa que manejaba para darle inicio a la faena. Tras andar unas cuadras, llegó a la esquina de 126 y 50, donde se cruzó con una camioneta Amarok conducida por González Zablocki. No hubo choque; ni siquiera un roce. Sólo una mala maniobra de parte de uno de los dos, que se bajaron de los vehículos. Minutos después González Zablocki volvió al suyo y se alejó del lugar. En el ínterin, había sometido a una brutal golpiza a Jorge Gómez. Así se puede apreciar en el video que publicó este diario horas después del ataque.

En las imágenes se puede ver cómo un hombre cae al suelo tras recibir un golpe en el rostro del conductor de la Amarok. La secuencia continúa con éste último abalanzándose sobre el conductor del taxi ante la mirada atónita de otros conductores que pasaban por allí. Y no intervinieron. En los segundos siguientes se puede ver cómo el sujeto que está sometiendo al taxista le descarga casi una docena de golpes en el rostro.

“Un dislate jurídico”

Anoche, el fiscal interpuso un recurso de reposición con apelación en subsidio contra la medida del juez Masi, de no proceder a la detención del imputado.

Entre los fundamentos, Menucci valoró que “ la defensa particular con el aval, si se quiere procesalmente involuntario, del juzgado de Garantías, logra obtener el efecto libertario por medio del rechazo de un instituto que nunca fue pensado con esos fines. Nótese entonces lo absurdo del caso, en donde no se hace lugar a la eximición de prisión pero se ordena la libertad. Ello por más que se intente justificar, contradice las normas más básicas de la lógica y la racionalidad de los operadores del Derecho, y es percibido por la sociedad como un dislate jurídico de una justicia que “avala a los delincuentes”.

Por estos motivos el fiscal le pidió al juez que revea su decisión de mantener al acusado libre, y para que el caso en que persista con su postura, se remitan las actuaciones a la Cámara para que analice el planteo del ministerio público.