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En el Normal 1 crece la protesta contra las amenazas y la Justicia imputó al director

Es, por lejos, la escuela platense más castigada por las amenazas de bomba: en lo que va del año ya sufrieron casi 70 intimidaciones públicas. Todas fueron falsas. Y si bien la Justicia dispuso semanas atrás un “blindaje” policial para evitar que tengan que desalojar el Normal 1 ante cada llamado al 911, las evacuaciones siguieron a la orden del día.

Por eso, mientras los padres de los alumnos reclaman que le pongan fin a las amenazas de una vez por todas, la Justicia le inició una causa al director general de la unidad académica, Jorge Domanico Di Lorenzo, por presunto “incumplimiento de los deberes de funcionario público”. ¿El motivo? Según se informó los investigadores consideran que puso a los chicos en riesgo al evacuar el establecimiento en reiteradas ocasiones a pesar de la recomendación policial, que indicaba que los llamados no representaban peligro y era preferible no desalojar el establecimiento.

En ámbitos educativos, no obstante, en reiteradas ocasiones han argumentado que existe un protocolo que indica que se debe evacuar siempre porque hay riesgos para los alumnos; en la Justicia, en cambio, aseguran que no es así.

la causa

Como se sabe, semanas atrás se unificaron las causas por intimidaciones públicas y el fiscal Juan Cruz Condomí Alcorta se hizo cargo de investigarlas. Desde entonces, se empezaron a barajar estrategias para ponerle freno. Uno de los mecanismos que se propuso apunta a la “no evacuación” compulsiva de los establecimientos: consiste en una revisión de las aulas y dependencias previa al ingreso de los alumnos, y luego la permanencia de una guardia en los accesos. De ingresar un nuevo llamado mientras esa vigilancia está activa, los agentes vuelven a verificar los espacios pero las clases no se interrumpen.

Ese “blindaje” se estaba implementando -hasta ahora- en el Normal 1. Pero las fuentes consultadas indicaron que, pese a ello, las amenazas siguieron. “Se les hacía escuchar los audios de los llamados a las autoridades, en los que quedaba en evidencia que eran amenazas inocuas y pese a ello las autoridades ordenaban evacuar”, dijo una fuente de la investigación. Y agregaron: “Es el único colegio que nunca dejó de evacuar y eso trae consecuencias. Hoy no hay ninguna otra escuela de La Plata que esté pasando por esta situación. En todas las demás las amenazas aflojaron”.

Trascendió, a su vez, que por este motivo la Policía en las últimas horas le retiró el “blindaje” a la escuela de 14 y 51 e imputó al director general de la unidad académica, quien consultado por EL DIA prefirió no realizar declaraciones.

Se insistió, no obstante, que seguirán investigando para dar con los autores de las llamadas.

Protesta

Así las cosas, ayer al mediodía -después de una nueva amenaza- padres y alumnos de la escuela situada en 14 y 51 realizaron un abrazo simbólico con la finalidad de ser escuchados por las autoridades gubernamentales y para estas lleven a cabo medidas concretas destinadas a ponerle un freno a la ola de llamados intimidatorios.

La movida, que fue autoconvocada prosiguió con una movilización a la Dirección General de Cultura y Educación provincial, en 13 entre 56 y 57, para plantear el reclamo.

Los consignas que expusieron en la sede de Educación bonaerense son: “Inmediata solución a las constantes amenazas de bomba”, “el Estado es responsable de garantizar la continuidad pedagógica de niño/as y adolescentes”, “no a la policía en los colegios” y “ningún intento de criminalización a jóvenes”.

Desde el inicio de la ola de intimidaciones, en las semanas previas a las vacaciones de invierno, el Normal 1 acumula casi 70 amenazas de explosivos y en todas ellas las autoridades procedieron a la evacuación de todas las instalaciones para dar lugar a las inspecciones de la brigada de explosivos de la Policía Bonaerense.

Cada vez que se producen amenazas, los alumnos del colegio secundario y primario deben esperar a la intemperie en las inmediaciones de la Catedral, mientras que los chiquitos del jardín de infantes generalmente son trasladados hasta la Plaza Malvinas, en 19 y 51, lo que no deja de generar preocupación a madres y padres a raíz del riesgos a los que están expuestos los niños por ese traslado a pie que, entre ida y vuelta, demanda unas diez cuadras. Y en ocasiones, esta situación se replicó hasta dos y tres veces por jornada.