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Fin del sueño

El Mundial Sub-20 continuará desarrollándose sin la participación del seleccionado de Argentina, que en la víspera quedó eliminado tras perder en octavos de final ante Nigeria, que avanzó a cuartos de final con un 2-0 festejado por las anotaciones de Ibrahim Muhammad, a los 16 minutos de la etapa complementaria, y Rilwanu Sardi, cuando se disputaba el primer minuto de descuento en el estadio San Juan del Bicentenario, cuyas tribunas estuvieron colmadas por un público que se retiró tan decepcionado como el equipo dirigido por Javier Mascherano, que llegó a octavos tras adjudicarse el Grupo A con puntaje ideal.

El conjunto argentino dominó la mayor parte del tiempo, aunque sin efectividad en los metros finales del terreno. Luka Romero, Federico Redondo y Valentín Carboni fueron los que más se destacaron en la generación de juego en los primeros 45 minutos, apretando el partido contra el arco de Nigeria, cuya ordenada estructura defensiva le permitió sostener el empate sin goles y en el segundo tiempo, de contragolpe, dar el gran golpe de la Copa del Mundo 2023 para menores de 20 años eliminando al país organizador y uno de los candidatos a campeón.

Ni bien el conjunto albiceleste se adelantó para trasladar al marcador la superioridad ejecutada sobre la cancha, a partir del control de los espacios y la propiedad de la pelota, los nigerianos encontraron los espacios buscados desde el primer minuto y en dos ataques certificaron la capacidad de sus jugadores de punta para resolver. Primero, al cumplirse el cuarto de hora, mediante una combinación de Umeh Emmanuel, que filtró un pase para Muhammad, quien entrando por el medio definió cruzado de zurda, y sobre la hora, cuando el local buscaba el empate en forma desesperada, cuando Victor Eletu ganó la pelota en los metros finales y asistió a Sarki, que cabeceó libre.

Ni bien quedó un gol abajo, Argentina elaboró jugadas a partir de la mitad de la cancha que le significaron al menos una decena de situaciones favorables, aunque el nerviosismo causó imprecisiones en la puntada final de situaciones en algunos casos increíbles. Hasta un palo, el de la mano izquierda del arquero, evitó lo que hubiera sido el empate de Luka Romero a los 38 minutos del complemento.

No le alcanzó en definitiva al equipo de Mascherano para asegurarse el pasaje a los cuartos de final de un certamen que se definirá en La Plata y entre los mejores ocho tendrá a Nigeria, dos veces subcampeón, que accedió a cuartos después de tres eliminaciones seguidas en octavos, cuyo próximo rival surgirá del encuentro que hoy protagonizarán Ecuador-Corea del Sur, desde las 18:00, en Santiago del Estero, luego del cruce Uruguay-Gambia.

El único antecedente entre ambos seleccionados, por esta categoría, se remontaba a la final de la Copa del Mundo 2005 en Países Bajos, con triunfo de los albicelestes por 2-1 con sendas anotaciones de Lionel Messi, quien vistió la camiseta número 18, de penal.

Aquel representativo nacional tuvo a Francisco Ferraro en la conducción técnica y en aquel encuentro por el título de campeón se conformó con Oscar Ustari; Julio Barroso, Ezequiel Garay, Gabriel Paletta, Lautaro Formica, Pablo Zabaleta, Juan Manuel Torres, Fernando Gago (Lucas Biglia), Rodrigo Archubi (Emiliano Armenteros), Lionel Messi y Gustavo Oberman (Sergio Agüero).

Para el partido de la víspera, tras adjudicarse el Grupo A con sucesivos triunfos frente a Uzbekistán, Guatemala y Nueva Zelanda, en este caso con una formación alternativa, Mascherano retomó el equipo base, aunque con las inclusiones de Tomás Avilés, Federico Redondo y Luka Romero, quienes desplazaron al banco de los suplentes a Lautaro Di Lollo, Máximo Perrone y Matías Soulé.

Ladan Bosso también dispuso tres modificaciones en el 11 inicial nigeriano, dejando en el banco de suplentes a Victor Eletu, la promesa de Milan, de Italia, reemplazado por un jugador con características más defensivas como Nnadi Tochukwu. Las otras dos variantes con respecto a la derrota ante Brasil en La Plata fueron los ingresos del zaguero Benjamin Fredrick por Augustine Njoku y del extremo Ibrahim Muhammad por Emmanuel Umeh.

En este nuevo cruce, a todo o nada, Argentina dominó campo y pelota, con especial cuidado en el traslado para evitar el contragolpe de un rival diseñado justamente para responder por esta vía. Luka Romero se convirtió en el eje, y con repetidos disparos desde afuera del área, fue el jugador que más buscó el arco de enfrente. Pero el dominio ejercido, que desembocó en una serie de jugadas de peligro, no alcanzó para sacar ventaja frente a un rival que defendió ordenado, prácticamente sin cruzar la mitad de la cancha en el primer tiempo.

Se adelantó algunos metros el conjunto albiceleste, y cuando arriesgó más para alimentar el sueño del séptimo título de campeón, se quedó con las manos vacías, porque no hizo otra cosa que facilitarle al rival los espacios que necesitaba para imponer su juego de contragolpe con salidas rápidas. Así llegó el 1-0 de Ibrahim Muhammad, a los 16 minutos, imponiendo su presencia por entre los marcadores centrales para resolver un pase de Emmanuel, y cuando resistía apretado en defensa el vendaval de ataques desarrollado por Argentina, aseguró la ventaja por intermedio de Rilwanu Sarki, de cabeza, tras recibir de Eletu, quien le ganó la pelota al lateral derecho.

Este segundo grito del equipo africano, que dejó muda a la multitud que cubrió todos los espacios del estadio al que asistieron con la esperanza de festejar la cuarta victoria en el certamen, llegó en el primero de los ocho minutos de descuento, que después terminaron siendo 11, y mostraron a un conjunto local preso de su nerviosismo.