Inicio Argentina Grande, Estudiantes: un triunfo para celebrarlo con todo

Grande, Estudiantes: un triunfo para celebrarlo con todo

Por MARTÍN CABRERA
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Estudiantes recuperó el camino con su victoria 1-0 sobre River. Después de andar por la cornisa y sembrar dudas respecto al futuro, logró su tercera victoria en forma consecutiva, para alcanzar 10 puntos sobre 12 y mejorar su proyección para el próximo torneo. De paso, se regaló un triunfo sobre uno de los finalistas de la Libertadores, tal como había conseguido meses atrás ante Boca. Otra vez se sentó en la mesa de los grandes.

Las claves del triunfo estuvieron en la decisión de Leandro Benítez de darle titularidad a Gastón Fernández, quien –de tiro libre- rompió la monotonía de la tarde de Quilmes con un golazo de tiro libre. La Gata, más la solidez de Mariano Andujar en el arco, Fabián Noguera en la defensa y el despliegue de Iván Gómez en la mitad de la cancha (y algo más), sacó provecho de las “libertades” que entregó River, indudablemente con la cabeza puesta más en la finalísima ante Boca que en este Superliga. Pero eso no le puede quitar mérito a un equipo que volvió a ser serio, ordenado, luchados y solidario. Y oportunista para saber cómo y cúando atacar.

El primer tiempo fue muy cerrado, pero con una supremacía territorial de River. Pity Martínez y Nacho Fernández manejaron la pelota de izquierda a derecha, con pases precisos que buscaron perforar a la defensa de Estudiantes, que se mostró firme, sobre todo con sus dos centrales, Schunke y Noguera.

El Pincha esperó en su campo e intentó sorprender con alguna contra. Pero Iván Gómez llegó siempre primero a la pelota. El juvenil categoría ‘97 hizo acordar a las mejores actuaciones de Santiago Ascacibar: corrió, quitó y entregó. Fue, por escándalo, la figura del partido. El resto del equipo estuvo muy impreciso y otra vez la falta de un conductor quedó en evidencia. La Gata, para buscar la pelota, se retrasó por la izquierda, intentando jugar cerca de Tití Rodríguez. Pero ninguno de los dos fue el socio que necesitaba el otro. Y así fueron pasando los minutos, más cerca del arco de Andujar que en el de enfrente.

River sorprendió con su ambición y con la presencia de jugadores titulares, a pesar de tener a la vuelta de la esquina su partido contra Boca por la final de la Copa Libertadores. Ni siquiera la lesión de Ignacio Scocco, por un problema muscular, hizo mella en sus compañeros. Pudo haber sido un momento de quiebre, pero en absoluto, siguieron jugando con la misma intensidad, como si nada hubiese pasado.Y como si dentro de una semana no se jugara buena parte de su historia (y futuro).

Algunas proyecciones de Iván Erquiaga por la izquierda, unas pelotas paradas sin dirección y poco más. Eso fue lo generado por un Estudiantes que respetó demasiado a su rival y hasta pareció conformarse con el empate, luego de su recuperación en las últimas fechas.

Pero todo cambió en el segundo tiempo. El Pincha se paró unos metros más adelantado y en pocos minutos pisó más veces el área de River que en todo el primer tiempo. Por eso casi convierte Mariano Pavone y, tras cartón, llegó el tiro libre que pidió la Gata. El “10” de Estudiantes miró fijamente la pelota desde el extremo derecho, se tomó unos segundos de más y le apuntó al primer palo. Para su fortuna, la pelota se desvió en Nacho Fernández y se clavó por detrás de Germán Lux, que iba para su costado izquierdo. Gol a los 7 minutos para cambiar por completo el partido.

A partir de ahí se hizo todo más sencillo y claro para Estudiantes, que con el fútbol de Iván Gómez en la mitad de cancha, las proyecciones de Facundo Sánchez, la generosidad de Pavone y el manejo de la Gata estuvo más cerca del segundo que River del empate. La Gata, además, tuvo dos tiros libres muy peligrosos a favor de su equipo.

Casi queda mano a mano Lucas Rodríguez y más tarde Pavone desaprovechó ante Lux. Entre los 10 y 30 minutos se vio lo mejor de Estudiantes, en sintonía con la peor versión del equipo de Gallardo, ya sin Pity ni Scocco en cancha y con Nacho pensando más en el clásico de la semana que viene. Ahí sí el superclásico que se avecina sacó boleto para meterse dentro de la cancha. Tal como le pasó a Boca días atrás en el Bosque, ayer River empezó a regular sus energías, para el beneficio del Pincha, que se fue abrazando a un triunfo resonante.

Sólo en el minuto 41 pasó sobresaltos el arco albirrojo. Julián Álvarez, desde media distancia, hizo trabajar a Andujar, quien con brazos firmes ahuyentó el peligro. Fue una gran atajada del arquero, que volvió a tener una tarde impecable.

Mejoró Erquiaga en la izquierda, fue prolijo Sánchez en la derecha, jugaron muy pero muy bien los centrales y en el medio la figura de Gómez se robó todos los aplausos. Con esa receta, más el sacrificio de Pavone y la conducción de la Gata le alcanzó para llevarse tres puntos de oro, sumar 10 puntos sobre 12 y empezar a levantar la cabeza. Un escenario imposible de imaginar hace dos semanas, cuando el equipo quedaba anteúltimo en la tabla de posiciones y se complicaba en los Promedios.

Ganó Estudiantes y su final de año es más positivo de lo pensado. Los cambios del Chino Benítez dieron resultado. Los regresos al equipo de Pavone y la Gata le dieron experiencia. Y la recuperación física de Gómez, tal vez, sea la clave de todo este éxito futbolístico. Estudiantes está de pie otra vez. Y ganándoles a los dos equipos grandes de la Argentina. Grande, Pincha.