A través de una sentada los alumnos del Colegio del Centenario ubicado en pleno centro platense le confirieron estado público al caso del profesor Jorge Pablo Corbetta, quien fue separado de su cargo en la asignatura de Historia tras casi 26 años de docencia.
En un comunicado emitido por los alumnos durante la protesta que tuvo lugar en el establecimiento de 14 entre 46 y 47, se indicó que las autoridades del establecimiento adujeron que la salida del docente se debió a su jubilación a instancias de una normativa provincial sancionada este año, la cual establece que los maestros que están en proceso de jubilación no pueden ocupar cargos subvencionados por el Estado.
En diálogo con eldia.com, el profesor expresó que «me despidieron, me mandaron un telegrama que llegó ayer a mi domicilio y dice que estoy despedido desde el jueves pasado por causas justificadas», y relató que «ayer directamente no me dejaron hablar con los chicos y no pude despedirme de ellos».
Respecto de los argumentos de la medida adoptada por las autoridades, Corbetta señaló que «la normativa de la Provincia está bien» pero que en su caso, que calificó de «muy particular», «está mal aplicada». En ese sentido, se basa en que «yo inició la jubilación por mi tarea de docencia a nivel Nacional y estas horas (las del Colegio Centenario) son de Provincia y no están afectadas».
Corbetta sostuvo que «lo que hace el colegio es buscar la solución más simple para ellos». Al respecto, manifestó que «el colegio opta por plantearme a mí que renuncie a mis horas con 26 años de antigüedad y como contrapartida me ofrece otros cursos no subvencionados a esta altura del año académico».
«Yo le digo que no voy a renunciar porque no corresponde. Está mal aplicada la normativa en mi caso. No correspondería eso», fue la reacción.
«En el telegrama me dicen que yo no avisé que estaba jubilado, y yo ese tema lo manifesté varias veces. Esa propuesta no reconoce la antiguedad. Mi salario se reduce un 120 por ciento», apuntó Corbetta.
Corbetta manifestó que aceptar las condiciones propuestas por la institución «sería renunciar a mis derechos, nadie puede renunciar a sus derechos porque es lo que nos asiste», y enfatizó que «la otra cuestión es que iría en contra de mis principios, contra mi formación. No pueden cambiar las condiciones de la noche a la mañana, pero el problema es que el colegio se maneja como una empresa. En vez de asumir ello los costos, como empresa privada se lo transfieren al docente», señaló.
El docente aseguró que responderá al telegrama de despido y que su desea volver a dar clases en el Colegio del Centenario. Asimismo, se refirió a la protesta de apoyo por parte de los alumnos al señalar que «la verdad que me llena de orgullo el reconocimiento de los chicos a mi labor. No pasa lo mismo con las autoridades y los dueños del colegio».
