El cerco sobre el patrimonio de la familia Kirchner se cierra cada vez más. El juez federal Julián Ercolini ordenó ayer inhibir los bienes de Máximo y Florencia Kirchner . Lo dispuso en la causa Hotesur, en la que se investiga a la ex presidenta por el alquiler de habitaciones de hotel a empresas de Lázaro Báez.
Ercolini tomó la decisión después de analizar dos pedidos presentados por la Unidad de Información Financiera (UIF) y por los fiscales Gerardo Pollicita e Ignacio Mahiques en septiembre y en noviembre últimos. Tanto la UIF como los fiscales habían pedido el embargo para proteger (y evitar que desaparezca) el patrimonio que Máximo y Florencia heredaron de su padre.
El juez recogió la sospecha de los fiscales de que Néstor Kirchner habría incrementado su patrimonio «de forma ilícita», y de que su sucesión se administró para «distanciar los bienes de su origen» y «para darles apariencia de lícitos».
Los bienes de la sucesión del ex presidente -que Cristina Kirchner cedió a sus hijos en marzo de este año, en plena investigación de la causa del dólar futuro en la que luego quedó procesada- incluyen 25 inmuebles (terrenos, casas, departamentos) por un total de 12.771.940 pesos, un auto Honda CRV por 153.615 pesos y una cuenta corriente en el Banco de Santa Cruz por 77.886 pesos. La orden del juez incluye las firmas Hotesur y Co.Ma SA, en las que los hermanos Kirchner tienen acciones.
Respecto de la cesión de bienes, Ercolini recogió el argumento de los fiscales según el cual con aquella maniobra Cristina Kirchner «intentó frustrar cualquier medida cautelar» en su contra.
Ercolini decidió el embargo de los bienes de Máximo y Florencia Kirchner dos semanas después de que el juez Claudio Bonadio interviniera Los Sauces, el otro pilar del emporio empresario de los Kirchner, y removiera a Máximo de la administración de la sucesión de Néstor Kirchner.
El juez falló además tres días después de que, también Bonadio, procesara a Cristina Kirchner por haber montado una asociación ilícita para apoderarse de dinero público destinado a obras públicas en Santa Cruz y le embargara bienes por 10.000 millones de pesos.
En su momento, Pollicita y Mahiques también denunciaron que los Kirchner hicieron retiros millonarios de dinero de Hotesur, dueña del hotel Alto Calafate y eje de la investigación de Ercolini. Según los fiscales, esas extracciones superaron los 27 millones de pesos y tuvieron como destino final las cuentas de la familia.
Ercolini también recogió un razonamiento de los fiscales para pedir la inhibición vinculado con el rol de Máximo Kirchner como administrador de la sucesión de su padre.
Pollicita y Mahiques advirtieron que el mayor de los Kirchner manejó el dinero de su padre «sin efectuar ninguna rendición de cuentas y eludiendo todo control judicial». Todo ello con «la anuencia de su madre y su hermana», y otra vez, con el objetivo de «alejar los bienes de su origen y dotarlos de origen lícito».
Relaciones ilícitas
Para justificar la inhibición aun sin que Máximo o Florencia estén procesados en el expediente, Ercolini mencionó las relaciones comerciales «presumiblemente ilícitas» entre Néstor y Cristina Kirchner, y los empresarios Lázaro Báez y Cristóbal López, vinculadas a los negocios de las firmas Hotesur, Valle Mitre e Idea, y las maniobras de supuesto lavado de dinero que se investigan en la causa Hotesur y en otros expedientes que involucran a la ex presidenta.
También presentó como argumento en favor de la inhibición la cesión de bienes que Cristina Kirchner hizo a sus hijos «en pleno trámite de causas» como la del dólar futuro y la apertura por parte de Florencia Kirchner de una caja de seguridad en el Banco Galicia, en marzo de este año.
«Todas estas circunstancias valoradas en conjunto no hacen más que llevar a la sospecha de la existencia de maniobras que tendrían por fin el desprendimiento de todos los bienes que componen su patrimonio [por el de Kirchner] y sobre los cuales eventualmente podría recaer su decomiso», concluyó el juez.
Ercolini consideró por último que la inhibición corresponde porque evitará una eventual desaparición de los bienes, además de rastrear el dinero con el que fueron adquiridos.
En la mira del juez
Los hijos de la ex presidenta no podrán disponer de los bienes que heredaron de su padre
El 15 de diciembre, el juez Claudio Bonadio desplazó a Máximo Kirchner como administrador de la sucesión de su padre
Días antes, los fiscales de la causa Hotesur habían pedido el embargo de los bienes. Argumentaron, entre otras cosas, que Máximo manejó la sucesión «sin rendir cuentas» y «eludiendo controles judiciales»
Ayer, Ercolini inhibió los bienes para evitar maniobras que eventualmente dificulten su decomiso
En marzo, Florencia Kirchner abrió una caja de seguridad en el Banco Galicia. En julio se encontraron allí US$ 4,6 millones
«Las cajas contienen el dinero de la sucesión de mi padre y de la cesión de gananciales que efectuara mi madre», explicó Florencia Kirchner
La cesión de bienes de Cristina Kirchner a sus hijos se completó en mayo, tres días después de que la ex presidenta quedara procesada por la causa dólar futuro
