Inicio Argentina La ayuda solidaria de los egresados del Centenario contagió a los platenses

La ayuda solidaria de los egresados del Centenario contagió a los platenses

La acción solidaria de los egresados secundarios del Colegio del Centenario para ayudar al Instituto de Psicopedagogía Especial (IPE) mediante la donación de fondos que habían recaudado durante tres años para hacer una fiesta de fin de curso, no sólo fue motivo de emociones entre los platenses. Además, despertó en la comunidad el interés por conocer la situación de la valiosa institución y dio lugar a una ola de solidaridad, según contó esta mañana a este medio el titular de la entidad, Juan Martín Zurueta.

Ayer, a partir de las enormes repercusiones que provocó la noble acción de los chicos, se conoció también que el IPE llevará a cabo mañana una cena solidaria en el restaurante El Retiro para continuar juntando fondos con la finalidad de cubrir gastos y evitar agudizar su crisis. Zurueta sostuvo que tras la publicación de eldia.com «por suerte se vendieron muchos bonos para la cena y sólo quedan unos pocos disponibles». La tarjeta para el esperado evento «es de 700 pesos y ya hemos vendido una buena cantidad», afirmó.

Zurueta expresó en nombre de la comunidad del IPE que «estamos agradecidos, muy sorprendidos y muy contentos, porque uno nunca espera un gesto de esta magnitud de chicos que están egresando del colegio, que juntaron dinero durante años y que bien podrían haberlo gastado en una fiesta y finalmente lo donaron a la institución al saber las dificultades que está atravesando».

«Te llenan de energía, te renuevan para seguir la lucha en pos de levantar la institución», manifestó Zurueta. 

No obstante, más allá de las emociones y de la reacción positiva que los jóvenes provocaron en la comunidad, que se sumó a colaborar con la cena solidaria, la sensación de quienes forman parte en el día a día del IPE continúa siendo de preocupación debido a las múltiples dificultades que deben afrontar para seguir cumpliendo con su función social. En ese sentido, Zurueta sostuvo que «los chicos no sólo fueron solidarios sino que además lograron visibilizar este difícil momento y que la población se interese en el IPE».  «Entendemos que nosotros solos no lo  vamos a poder hacer si no es con la comunidad», señaló.

«Lo que no logramos en estos meses después de la presentación del concurso de acreedores, los chicos han hecho con esto una gran discusión, que es lo que nos propusimos. Es importante hacer pública la problemática para captar la atención de los funcionarios», manifestó Zurueta.

El directivo repasó someramente algunos de los inconvenientes que atraviesan: «Venimos arrastrando una deuda fiscal desde hace algunos años por AFIP; juicios laborales de montos importantes; falta de autorización de la cápita de IOMA. Esto nos puso en una posición muy difícil». Al respecto, explico que «a raíz de que con las cuentas corremos riesgos, decidimos presentarnos en un concurso preventivo de acreedores para salvaguardar el funcionamiento de la institución».
 
«Esperamos que el Estado nos tienda una mano, entendemos que además de la herramienta legal, que el la instrucción de un concurso, sin las manos del Estado va  a ser muy difícil», expresó.

Sobre el valor social del IPE en la Región, remarcó que «es una institución que nace a partir de una asociación civil, hace 47 años, y que el objetivo está abocado a darle bienestar a los chicos en situación de discapacidad a través de un servicio educativo, a través de la escuela «Ana Sullivan».

Destacó al respecto que el colegio «cuenta con toda la currícula de la normativa provincia, con proyecto de inclusión de las distintas instituciones de La Plata, como la Escuela Anexa. Algunos chicos de la institución van a hacer prácticas a las escuelas, por ejemplo, talleres de huertas, es decir, existe en todo esto un proceso de inclusión muy grande». Por otro lado, sostuvo que en Parque Sicardi «funciona el centro de día, donde hay unos 24 chicos que desarrollan actividades recreativas y terapéuticas como musicoterapia, teatro y educación física, además de que interactúan con el medio ambiente. Es un predio de cuatro hectáreas, arbolados y cuenta con una granja».

Sin el IPE, advirtió, «habría en La Plata unos 170 chicos discapacitados en la calle, porque no hay establecimientos para contenerlos con la calidad de servicio, con equipos interdisciplinarios adecuados y muy pujantes. No se podría».