CÓRDOBA.- La ausencia de dirigentes de peso en el arranque del Congreso Nacional de la Juventud Radical dejó a Martín Lousteau como figura principal y dueño del escenario frente a los cerca de 4.600 participantes. La percepción general era que la ausencia de José Corral, presidente de la UCR; del gobernador jujeño, Gerardo Morales, y del intendente cordobés, Ramón Mestre, fue para «no jugarse» por el ex embajador decidido a enfrentar a Pro en la Capital Federal. Todos habían anunciado que estarían.
Corral justificó su falta en que ayer se cumplían diez años de las inundaciones en Santa Fe. «Ni por Lousteau ni institucionalmente se entiende; es un ninguneo a los jóvenes», dijo a LA NACION un dirigente radical. Mestre explicó que estaba disfónico y que participaría hoy del cierre del encuentro, cuando ya no estará Lousteau. Morales prometió lo mismo.
La dirigencia radical evitó la foto con el ex embajador. Foto: Twitter
La relación entre los integrantes de Cambiemos es tensa y en este congreso nadie lo disimuló. También dejaron en claro las divisiones respecto de la candidatura de Lousteau. Jorge Sappia, presidente de la Convención Nacional de la UCR, dijo: «Hoy no hay criterio para reproducir las condiciones del acuerdo original de mantener la misma cantidad de cargos originales. Hay que recomponer la affectio societatis«.
«¡Qué jugadores, se bajaron todos!», repetían los dirigentes más jóvenes, a la vez que insistían en que desde el año 2005 no había una convocatoria similar por su número. Todos admiten que el radicalismo, con la decisión de Lousteau de competir en la Capital Federal, está en un laberinto: apoyar a un dirigente que todavía no entró, o a la diputada Elisa Carrió, que se fue del partido.
«Esta sociedad que empezó como una coalición electoral se transformó en parlamentaria y debe ser política, con más participación en el Gobierno. Ni nos la dan ni la exigimos», apuntó Sappia.