“Esta mañana los chicos se quedaron sin actividades de nuevo porque anoche volvieron a robar”, escribió, con desencanto y algo de asombro, la madre de dos alumnos de la Escuela Primaria 45 “Manuel Rocha”, reconociendo que es muy “triste porque ahora entran a romper las cosas de los nenes. Ya no tienen nada más para llevarse”.
Es que este fue el tercer hecho de estas características que sufrió en apenas 10 días esta escuela del barrio El Mondongo que se hizo célebre porque entre sus alumnos a René Favaloro.
Los intrusos que se colaron de madrugada en el edificio de 68 entre 115 y 116, donde también funciona la Escuela Secundaria 66, “destruyeron muebles, libros y el depósito de comida. Además robaron notebooks y un proyector”, contaron en ese centro educativo.
No son pocos los padres que dirigen sus sospechas a los “alumnos de la secundaria, por la violencia y el destrozo en los salones”.
El último fin de semana sucedió algo similar, sólo que entonces se llevaron computadoras de la dirección y destrozaron varios armarios, lo que dejó a los chicos del turno tarde sin clases.
El episodio previo fue la semana anterior. En estos tres incidentes desaparecieron “20 celulares que mandó el Gobierno para que los chicos de Sexto hicieran trabajos de robótica”, además de “cámaras filmadoras, tres cámaras de fotos, una computadora de secundario, 15 tablets y una notebook”, sumados a los daños que dejaron un saldo negativo importantísimo.
En 2018 el vandalismo le costó $1.200.000 por mes a las escuelas platenses. Es decir, 14.400.000 pesos en el año. El equivalente a 14 aulas bien equipadas. Aulas, por ejemplo, para 4,6 jardines de infantes. O para una primaria de 840 alumnos.
