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La futura presidenta del Consejo de la Magistratura se propone profundizar la labor de ese cuerpo

«Mi gran objetivo es acortar los tiempos administrativos para dar las respuestas a mi estamento (los abogados), que padecen estas cuestiones, y a los jueces y empleados del Poder Ejecutivo, y a la sociedad», afirmó la designada titular del Consejo de la Magistratura.Donato destacó la necesidad de cubrir 256 cargos vacantes en el Poder Judicial, y por eso se propone «continuar con este promedio de ternas», aunque no niega que le gustaría poder cubrir la totalidad.Tanto Donato como su predecesor reclaman algunos cambios en el Consejo, creado por la constitución de 1994 y reformado por ley en 2006, como el incremento en la representación de los abogados, y también que los abogados puedan integrar la Comisión de Selección, de la que hoy están excluídos.Donato será la segunda mujer en presidir el Consejo de la Magistratura y la primera abogada mujer que ocupa ese alto puesto dentro del Poder Judicial, donde llegó de la mano de la lista oficialista del Colegio de Abogados de la Capital Federal, en una fórmula en la que acompañaba al ex fiscal y actual ministro de Justicia, Germán Garavano.

«Mi gran objetivo es acortar los tiempos administrativos para dar las respuestas a mi estamento (los abogados), que padecen estas cuestiones, y a los jueces y empleados del Poder Ejecutivo, y a la sociedad», afirmó la designada titular del Consejo de la Magistratura.

«El punto de partida de nuestra gestión, que comenzó en 2016, fue el atraso histórico y crónico que arrastraba el Consejo de la Magistratura durante los últimos cuatro años. Si se tiene en cuenta este punto de partida, es mucho lo que se ha logrado», dijo a Télam la abogada porteña que a partir del 22 de diciembre estará a cargo de la presidencia del Consejo.

En su oficina de la calle Paraná, Donato ofreció cifras concretas que muestran este atraso: «En 2016 se realizaron 16 plenarios, durante los que se sacaron 338 dictámenes, en tanto que en 2014 se habían concretado apenas 7 plenarios y 160 dictámenes, y en el 2015, 13 reuniones y 162 dictámenes».

En cuanto a las ternas, la abogada recordó que durante 2016 se elevaron 38 al Senado, mientras que en 2015 fueron 21, 15 en 2014 y 7 en 2013.

Donato destacó la necesidad de cubrir 256 cargos vacantes en el Poder Judicial, y por eso se propone «continuar con este promedio de ternas», aunque no niega que le gustaría poder cubrir la totalidad.

Esta continuidad también implica avanzar en los pedidos de juicio político a jueces acusados por mal desempeño, como Daniel Rafecas (titular del Juzgado Criminal y Correccional número 3 de la Capital), Oscar Alberto Hergott (Tribunal Oral Federal número 5) y Eduardo Freiler (Sala I de la Cámara de Apelaciones en lo Criminal y Correccional Federal).

Los tres procesos están en plena etapa probatoria, y avanzan a pasos agigantados en la Comisión de Disciplina y Acusación que ella preside en la actualidad y que a partir del 22 de diciembre, cuando asuma al frente de la Presidencia del Consejo, pasará a estar a cargo del diputado de Cambiemos Pablo Tonelli.

Este año, a medida que avanzaba el proceso de enjuiciamiento, cinco jueces se vieron acorralados y renunciaron: Norberto Oyarbide, Carlos Rozanski, Néstor Montezanti, José Charlín y Raúl Reynoso.

Tanto Donato como su predecesor reclaman algunos cambios en el Consejo, creado por la constitución de 1994 y reformado por ley en 2006, como el incremento en la representación de los abogados, y también que los abogados puedan integrar la Comisión de Selección, de la que hoy están excluídos.

Es que no escapa a la realidad del Consejo la fuerte influencia que tienen en su composición y en su funcionamiento diputados y senadores, que suman seis sobre un total de 13 y que llevan a este cuerpo una puja política que muchas veces obstaculiza el buen funcionamiento de este cuerpo.

El Consejo funciona con mayorías simples en algunos casos, y con mayorías agravadas en otros, y requiere de quorum para que pueda sesionar.

Con la actual composición del Consejo, el oficialismo cuenta con mayoría simple (7 votos), pero no con mayoría agravada (9 votos), ya que votos seguros tiene 8.

El voto del Presidente del Consejo cobra fuerza cuando se trata de un empate, ya que en ese caso su voto vale por dos, y así se alcanzan las 9 voluntades necesarias para sacar temas más sensibles, como iniciar un jury a un juez.

Donato será la segunda mujer en presidir el Consejo de la Magistratura y la primera abogada mujer que ocupa ese alto puesto dentro del Poder Judicial, donde llegó de la mano de la lista oficialista del Colegio de Abogados de la Capital Federal, en una fórmula en la que acompañaba al ex fiscal y actual ministro de Justicia, Germán Garavano.

«Cuento con el apoyo de la mayoría de los consejeros, del ministro de Justicia, y del representante del Poder Ejecutivo en el Consejo», afirmó. De hecho, la apoyan la mayoría de los 13 miembros del Consejo, que acordaron su elección al frente de este órgano del Poder Judicial encargado de seleccionar, controlar y sancionar a los jueces, a propuesta del representante del Poder Ejecutivo, Juan Bautista Mahiques.

Destacó el «diálogo permanente» con el titular de la cartera de Justicia frente a los «problemas que se van generando» en la gestión y la artesanía minuciosa con la que el consejero Mahiques logra «los consensos necesarios» para que el órgano funcione.

Pero que el 2017 sea un año electoral será un problema a superar durante la gestión de Donato, ya que los diputados y senadores estarán más absorbidos por la política, que se suma a la situación que los afecta que, muchas veces, son las largas sesiones de debate en el recinto, y que muchas veces genera falta de quórum para que el plenario se constituya.

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