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La mano de Cristina: Alberto Fernández cerró un gabinete más cercano a los deseos de la Vicepresidenta

Luego de una jornada frenética de reuniones y de versiones encontradas, Alberto Fernández confirmó al cierre de esta edición su nuevo gabinete nacional tal como un día antes le había demandado Cristina Kirchner. El gobernador tucumano Juan Manzur será el jefe de gabinete y, al igual que la mayoría de los funcionarios designados, llegó a su cargo por sugerencia de la ex presidenta.

La carta de la Vicepresidenta del último jueves finalmente abortó el intento de Alberto Fernández de construir poder propio con un equipo de colaboradores a su medida. Aunque ayer en principio se informó que habría un nuevo gabinete «equilibrado», la Vicepresidenta logró imponerse a último momento. 

El gobernador tucumano Manzur reemplazará a Santiago Cafiero, al que Cristina le había bajado el pulgar. Fiel colaborador de Fernández, Cafiero será destinado a la Cancillería en reemplazo de Felipe Sola, que al cierre de esta edición se encontraba en México en misión oficial.

Finalmente el polémico Aníbal Fernández volverá al Ejecutivo: reemplazará a Sabina Frederic en Seguridad, que venía desgastada y enfrentada al kirchnerista Sergio Berni.

El ex intendente de Chacabuco, Julián Domínguez, será ministro de Agroindustria, en reemplazo de Luis Basterra.

En tanto, el rector de la universidad de Hurlingham, Jaime Perzyck, reemplazará a Nicolás Trotta en Educación. Daniel Filmus, por su parte, arribará a Ciencia y Tecnología en lugar de Roberto Salvarezza, también de orientación kirchnerista.

Finalmente Cristina Kirchner –como desde ayer gusta llamarse de acuerdo al nada ingenuo cambio que hizo a la biografía de sus redes sociales- pareció imponerse en la interna y aceleró los cambios de gabinete que el jefe de estado pretendía demorar hasta después de las generales para no desgastar a los nuevos funcionarios con una eventual derrota. Ayer por la tarde presentó su renuncia indeclinable el secretario de Comunicación, Juan Pablo Biondi, el «vocero mudo» dedicado «a realizar operaciones» según había denunciado la Vicepresidenta en su explosiva misiva. El saliente funcionario hacía tiempo mantenía roces con los cuadros camporistas que lo acusaban de cierta discrecionalidad en el manejo de la pauta oficial y en «no cuidar» la figura del primer mandatario.

Anoche fue ungido como nuevo titular de Comunicación, Juan Ross, que venía desempeñándose en Jefatura de Gabinete y, según se pudo averiguar, vinculado a Biondi.

Los nuevos funcionarios jurarán sus cargos el próximo lunes a las 16 en Casa Rosada.

Este viernes, tal como sucedió en días anteriores, fue una jornada con reuniones frenéticas en Casa Rosada. Y con episodios extraños: funcionarios supuestamente «renunciados» cumpliendo funciones de gobierno -la titular del Inadi, Victoria Donda, promocionando una reunión de gestión- y otros, de salida, asistiendo al jefe de estado en la búsqueda de postulantes para ocupar el nuevo organigrama del Ejecutivo.

Fue el caso de Cafiero, que fue y vino varias veces de Balcarce 50 para cumplir esa tarea. Se trata de uno de los funcionarios a los que la ex presidenta quería afuera del Ejecutivo y Fernández decidió resignar como alter ego en la Casa Rosada. Pero ayer el saliente ministro coordinador estuvo dialogando «con los sectores en pugna». En una de sus salidas, al parecer, concurrió al Senado para entrevistarse con Wado de Pedro, que finalmente permanecería en Interior. Una sorpresa. Con su publicitada dimisión del miércoles, provocó el terremoto político de «Todos».

De Pedro también estuvo ayer con Cristina, con su hijo Máximo, otro de los que pugnaban por un recambio urgente en el gobierno, El titular del bloque de «Todos» en Diputados se entrevistó con Sergio Massa, la otra «pata» de la coalición gubernamental que hoy se resquebraja.

Otra visita ilustre que tuvo lugar ayer en Casa de Gobierno fue la de Alberto Iribarne, amigo presidencial y embajador en Uruguay. De buen vínculo con el larretismo, su presencia tempranera echó a rodar esa versión que indicaba que Fernández en caso de romper con el kirchnerismo, buscaría una alianza con el jefe de gobierno porteño para completar su mandato. Los movimientos que se sucedieron más tarde en el oficialismo echaron por tierra esta temeraria versión.

El Presidente buscó hasta último momento respaldo en los gobernadores: ayer recibió al riojano Ricardo Quintela y al chaqueño Jorge Capitanich. Aunque ambos le dieron su respaldo, negaron sumarse al gabinete. Un día antes había desistido el sanjuanino Sergio Uñac, al que le habrían ofrecido hacerse cargo de Interior «pero con una estructura loteada», es decir, con La Cámpora adentro. Fernández hoy viajará a La Rioja para almorzar con los mandatarios provinciales del «Norte Grande».

Aunque Fernández logró emparchar a su gabinete, la cuestión de fondo no está saldada. Cristina ya avisó que la gestión tiene que torcer el rumbo y hasta avisó que Martín Guzmán debería retocar el Presupuesto 2022 que ya giró al Parlamento. Esas diferencias abren un signo de interrogación hacia el futuro. Como dijo la mediática diputada Vallejos en su último audio viralizado, habría que «modificar la fórmula de mierda de las jubilaciones que nos hicieron votar» y que el gobierno tuvo que enmendar con bonos dado que este año los ajustes trimestrales no llegaron a cubrir la inflación.