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La noche de los golazos para un equipo que no para de crecer

Estudiantes no subestimó el partido. Es más, sorprendió en la previa cuando se conocía la formación, con todos sus titulares en cancha pese al inminente partido por Copa Sudamericana ante Bragantino. Asumió el riesgo y le salió bien: goleó 5-2 a Barracas Central para seguir estirando su invicto y para quedar a seis puntos del puntero River. Sin dudas, un momento soñado que pone al equipo en su mejor momento del año, justo cuando se empiezan a definir cosas importantes.

El partido comenzó cuesta arriba para el Pincha. A los dos minutos y por un error individual de Leo Godoy la visita llegó al gol. Vino un centro desde la derecha a nadie en particular. El lateral paró la pelota, miró a su arquero, volvió a poner la viste en el balón… Demoró tanto que Calderara apareció por detrás, empujó la pelota un gol de blooper para poner por segunda vez en el Ciclo Domínguez al equipo en desventaja para dar vuelta un resultado.

A partir de ahí fue todo de Estudiantes, que no lastimó por las bandas como en otras oportunidades. Tampoco fue Mauro Boselli el jugador desequilibrante para romper a un defensa de cuatro y hasta cinco jugadores, con un arquero dispuesto -lógicamente- a demorar todo lo posible para reinicio del juego.

No se desesperó el León. Es verdad que algunos pases equívocos despertaron algún murmullo menor, pero nada que perturbara a un equipo con una idea clara: buscar generar juego por adentro, con cuatro volantes de buen pie y una dinámica superior a su rival. Cuando arrancaron desde atrás en velocidad sacaron una diferencia abismal.

De todos modos los goles llegaron desde afuera del área. El primero con un pase cruzado y milimétrico de José Sosa para que adentro del área Benjamín Rollheiser ensayara una tijera de alta costura para el empate que estaba al caer. Golazo, con reminiscencias al que había convertido Boselli en la Bombonera. Pero este fue más lindo, más inclinado y con una pelota que dejó sin chances a Guido Villar, que la vio pasar por encima suya hacia el palo opuesto.

El Guapo había golpeado antes

De mitad de cancha para adelante el Pincha fue un equipazo. Veloz, preciso y combinado. Pero volvió a pasar algún sofocón cuando lo atacaron. Anoche defendió con cuatro jugadores y, si bien los laterales no pasaron tanto al ataque, sufrió la intensidad del rival. A los 18 minutos Sepúlveda cabeceó entre los centrales y en el minuto final el mismo jugador tuvo el descuento por la derecha, pero Mariano Andújar se hizo gigante para rechazar con sus puños una pelota que tenía destino de gol.

Con ese juego de triangulaciones veloces e internas Estudiantes siguió superando a su rival, que de tanto querer tapar las bandas descuidó el juego interno. A los 22 José Rodríguez se sacó un jugador de encima, enganchó para el centro y con un derechazo fuerte y alto marcó el 2-1. Segundo gol del Corcho en Estudiantes, justo en su partido 100 con esta camiseta y el gol 100 desde que se reinauguró UNO.

El partido parecía uno de PlaySatation cuando José Sosa hizo el suyo, desde afuera del área pero más lejos todavía que su compañero y desde la izquierda. Iban 34 minutos cuando otro golazo tiñó la cancha de gala. El 3-1 se acomodaba mejor a lo que se estaba viendo, pese a que el rival aun no se entregaba y prometía batalla en el complemento.

No fue una máquina Estudiantes e incluso pasó más sofocones cuando el rival se dedicó a jugar con la pelota al piso. Pero tuvo destellos de jerarquía individual y colectiva que le alcanzó para sumar otra victoria para estirar a 15 los partidos sin derrotas desde que Domínguez es el entrenador, con 11 victorias y cuatro empates.

José Sosa jugó su mejor partido desde que volvió a Estudiantes y hasta marcó un gol

Como Barracas tuvo que salir a buscar el descuento dejó espacios que el Pincha los aprovechó para la contra. Esta vez Boselli no estuvo fino y dejó pasar un par de oportunidades. Pero a los 16 minutos Luciano Lollo le bajó la persiana al partido con un cabezazo frontal que dejó sin chances al arquero, luego de un tiro de esquina desde la derecha de Zuqui.

El 4-1 dejó los tres puntos en el cajón albirrojo, pero como había sucedido en todo el partido, en el juego nunca pudo cerrarlo. Por eso no sorprendió el descuento de la visita, a los 26 minutos, con un cabezazo sin marca por el segundo palo de Sosa, que decoró el resultado y dejó un llamado de atención a un equipo que cuando ataca lastima pero cuando lo atacan sufre. Al menos anoche, que tuvo otro esquema y pocos volantes de marca para la defensa.

Por suerte para Estudiantes a los 30 minutos Guido Carrillo marcó el quinto, de cabeza y ahora sí historia sentenciada. Volvió a ganar en la Liga, tuvo momentos de buen fútbol y llega al gran partido del miércoles con el pecho inflado.

El análisis de Martín Cabrera tras la goleada de Estudiantes en UNO