En un contexto de creciente inflación, fluctuación del dólar y fuerte caída de las ventas en el sector minorista, comerciantes platenses se refirieron al simbronazo que atraviesan y alertaron por las bajas expectativas para los próximos meses.
El inicio del segundo semestre encontró al comercio de nuestra región con una moneda norteamericana que se debate entre los 27 y 28 pesos; un índice inflacionario que para el Instituto Estadístico de Trabajadores (IES) acumuló en lo que va del año 16,1 por ciento superando las previsiones del Gobierno para todo el 2018; y un desmoronamiento de las ventas en el último mes que, según CAME, es de 4,3 por ciento y llega a 2,8 por ciento a nivel anual.
En este marco, Pablo Gauna, a cargo de un kiosco de 48 entre 5 y 6, sostuvo que «los precios están atados al dólar, también aumentan los combustibles y toso eso arrastra a todos los precios» y alertó al mismo tiempo por los elevados costos de los servicios y alquiler. Para Pablo, este panorama «se siente en las ventas y hay que esperar a ver qué ocurre a futuro».
Por su parte, Pablo Reman, un vecino que esperaba a ser atendido en un local de 6 entre 47 y 48, comentó que «está todo carísimo, ha aumentado todo, básicamente la comida, que es lo que uno necesita». A su vez, dijo que «servicios como la luz y el gas, y los impuestos, están terribles».
Al ser consultado sobre la coyuntura económica y las expectativas, Pablo cree que «el dólar se va a mantener o va a seguir aumentando» y que «a la nafta le han dado vía libre para aumentar, pero creo que más de eso no van a poder subir, es carísima, uno se tiene que mover en colectivo».
Por su parte, María Laura Ibarra, aseguró que en su almacén de 46 entre 5 y 6 «los precios están aumentando como el dólar».
«Esta semana tuvimos varios aumentos y las ventas no son nada que ver a lo que eran hace un año. Se ven menos autos en la calle y estamos en pleno centro. No tengo expectativas, día a día vez como va empeorando todo y no ves medidas firmes. Los servicios aumentaron el doble», describió.
Por su parte, Florencia Di Marco, dueña de un kiosco de 46 entre 4 y 5, detalló que «lo que más aumentó son bebidas, yerba, azucar».
Florencia añadió que «bajó muchísimo el tema de ventas. Suben los precios y para nosotros es negativo. Ahora que los servicios aumentaron, al igual que el alquiler. Estamos sacando cuentas viendo si llegamos a cubrir todo».