Inicio Argentina Lágrimas, dolor y un pedido para que “nunca se abandone la búsqueda”

Lágrimas, dolor y un pedido para que “nunca se abandone la búsqueda”

El presidente Mauricio Macri ratificó ayer el “compromiso absoluto e innegociable” del Gobierno “con la búsqueda de la verdad” sobre la desaparición del ARA San Juan durante el acto que encabezó en la Base Naval de Mar del Plata, con motivo de cumplirse un año de haberse perdido la señal con el submarino que navegaba con sus 44 tripulantes en aguas del Atlántico Sur.

El acto de reconocimiento contó con la participación de unas 400 personas, en su mayoría familiares de los tripulantes, y en su nombre habló, como primer orador, Juan Aramayo, quien leyó un documento y reclamó “el compromiso de que nunca se abandonará la búsqueda” del submarino.

Por ello pidió que se comprometan “los actuales y futuros camaradas de cumplir con el legado de que ‘un marino nunca abandona a otro marino’”.

El presidente dijo después que “en pocos días la comisión formada por el Ministerio de Defensa para la investigación va a emitir sus conclusiones de las posibles causas de este naufragio” y agregó que “inmediatamente ese informe va a ser enviado a la Justicia, porque todos tenemos un compromiso absoluto e innegociable con la búsqueda de la verdad”.

“Cuánto lamento que nada de lo que diga calmará el dolor de los familiares y amigos aquí presentes”, agregó Macri.

Puso de relieve también “el coraje, el profesionalismo y el compromiso” que mostraron los hombres y las mujeres de las Fuerzas Armadas argentinas “arriesgando su integridad en la búsqueda de sus compañeros. A ellos también nuestro reconocimiento y agradecimiento”.

Macri sostuvo, además, que tenía “la profunda esperanza de que esta bandera en días será plantada en el mar, en el recuerdo de nuestros 44 tripulantes que quedarán en la memoria y el corazón de los argentinos para siempre. Ellos sin duda son un ejemplo para todos nosotros de lo que significa servir a la patria”.

Asistieron al acto, además, el ministro de Defensa, Oscar Aguad; las ministras de Seguridad, Patricia Bullrich, y de Salud y Desarrollo Social, Carolina Stanley; el secretario general de la Presidencia, Fernando de Andreis; el jefe de la Armada, vicealmirante José Luis Villán, y el intendente de General Pueyrredón, Carlos Arroyo.

Además de los familiares de los tripulantes y de autoridades de las tres Fuerzas Armadas y de las fuerzas de seguridad, el acto contó además con la participación de los agregados navales de los distintos países que colaboraron en el operativo de búsqueda del submarino.

También habló el jefe de la Armada, José Luis Villán, quién señaló que “hoy los tres poderes del Estado se abocan a encontrar esa verdad y esa Justicia. El tiempo seguramente nos brindará la posibilidad de tenerlas. Quiera el destino que ese mismo tiempo nos otorgue también la seriedad y la madurez suficiente para aceptarlas responsablemente y obrar en consecuencia”.

Durante el acto, también se procedió a la entrega simbólica del pabellón del ARA San Juan por parte del submarinista más joven, el cabo segundo Lucas Ortiz, al comandante de la Fuerza de Submarinos, capitán de navío Ciro García Repetto.

Previo al acto se celebró una misa en la capilla ubicada dentro de la Base Naval, a cargo de monseñor Santiago Olivero. Posteriormente se leyeron los nombres de los 44 tripulantes.

Además, se escucharon 21 salvas de cañón, una antigua tradición naval internacional que simboliza las intenciones pacíficas de una embarcación que se acerca a un puerto y por eso descarga sus baterías.

Luego los buques amarrados en el muelle de la base naval y todas las unidades navales con asiento en distintos puntos del país realizaron un toque de sirena en reconocimiento y honor a los 44 tripulantes del ARA San Juan.

Posteriormente se realizó en la Base militar una ceremonia de planchada y alegoría del submarino como señal de que también se espera su regreso con la insignia de cada buque, que es un símbolo de dos remos, los aros salvavidas y un candelabro de luz.

Este es el símbolo de la fuerza y quedará fijo en el amarre donde el submarino Ara San Juan solía estar hasta el 25 de octubre que fue cuando zarpó, como señal de espera hasta que regrese.

El ARA San Juan emitió una última señal el 15 de noviembre de 2017 cuando navegaba en aguas del Atlántico Sur, a la altura del Golfo de San Jorge, cubriendo la travesía Ushuaia-Mar del Plata.