Inicio Argentina “Las Tres Tornado”, la banda especializada en repartidores

“Las Tres Tornado”, la banda especializada en repartidores

“No podemos creer que, después de semejante cantidad de robos, no los hayan agarrado todavía, aun sabiendo dónde están”, aseguró indignado P., uno de los alrededor de 650 jóvenes que trabajan en la Ciudad como repartidores de mercadería con las aplicaciones para celulares.

En diálogo con EL DIA, un grupo de “glovers” relataron sus experiencias con la inseguridad platense y señalaron puntualmente a la “Banda de las Tres Tornado” como responsable de la gran mayoría de los asaltos que vienen sufriendo desde hace varios meses.

Gran parte de las denuncias de asaltos a mano armada que realizan los repartidores tienen como epicentro sectores de La Loma y Barrio Norte. Y, afirman los damnificados, los delincuentes se mueven en tres Tornado diferentes. Ese modelo de moto de la marca Honda le dio el nombre a la presunta banda.

“Salen a afanar siempre en las mismas motos”, sostienen los trabajadores consultados.

Sin embargo, para la Policía, no se trata de una “grupo delictivo organizado”, sino más bien de una serie de “atracos al voleo”. “No parecen ser premeditados ni planificados, a diferencia de los escruches, por ejemplo, que tienen una logística más preparada”, aseveró un vocero de la fuerza.

Por otra parte, destacó que la identificación de esta supuesta “pandilla” se vuelve difícil cuando “están muchas jurisdicciones involucradas” porque, no obstante de existir comunicación interna entre las dependencias, no toda la información está disponible para cada comisaría.

De cualquier manera, desde la Comisaría Cuarta remarcaron que, para evitar este tipo de incidentes, en el último tiempo se pone foco “en la nocturnidad, con patrullajes preventivos”.

Para P., la situación “es indignante” porque, asegura, “tenemos constancia de quiénes son y por dónde los pueden encontrar”. Traducido en datos de los mensajeros, eso es, por ejemplo, una plazoleta situada en 145 y 50. “Paran ahí. Nosotros los hemos visto. Están tomando cerveza. Van a robarnos al centro, consiguen plata y vuelven”, le contó a este diario un referente del sector. Según la versión, en la plaza corren el alcohol y las drogas.

En uno de los casos más dolorosos del año, Kevin Sanhueza fue baleado el 16 de noviembre (ver aparte), mientras esperaba, cerca de la medianoche para entregar un pedido en 16 entre 42 y 43. A pocas, una hora antes, otro glovers sufrió un atraco violento del que salió ileso casi por milagro. En el sector sospechan que esos casos y varios ocurridos en semanas posteriores, están conectados a la Banda.

Otro repartidor contó su caso, uno más de los tantos que padeció el sector a fines de 2018. Cuando le robaron la moto y todas sus pertenencias, su celular quedó con el GPS activado. Así, consiguió rastrear el aparato que se movió por un tiempo hasta frenar en una esquina de San Carlos.

El episodio al que hace mención tuvo lugar el domingo 23 de diciembre por la noche, en una de las zonas más calientes para los glovers: La Loma.

Según refirió, ese día estaba por entregar un pedido en 38 entre 26 y 27. Una vez realizado ese despacho, “me cayó otra notificación de un paquete que se recogía en esa misma calle y se entregaba aproximadamente por 26 y 68”.

“Encaro todo por 26 y, pasando la 42, me sobrepasó una Honda Tornado blanca con dos tipos, que después frenó en la esquina de 43, justo adelante mío”, relató. El acompañante -un “tipo delgado, morocho, de gorra con visera”- se bajó, sacó un arma de fuego de su bolsillo y lo apuntó. “Dame todo”, le dijo.

Nervioso y con algo de temor, P. descendió de su rodado, una Motomel SKUA 150 blanca y azul, para entregárselo al delincuente. “Ahí me empezaron a apurar entre los dos, pidiéndome el celular y la billetera”, detalló.

Quien portaba el arma decidió que su víctima era muy lenta y lo amenazó: “Dale gato, dale que te meto un corchazo”. Unos segundos más tarde, con todo el botín en su poder, ambos huyeron por 43 en dirección a 31.

La secuencia fue observada por uno de los repartidores que “justo estaba entrando a su casa” y por una pareja que pasaba en un auto. Fueron ellos quienes, una vez que P. comenzó a caminar hacia “la plaza de 25 y 60”, lo hicieron subir “rápido y amablemente al auto, me prestaron su teléfono y me llevaron hasta la Comisaría Cuarta”, manifestó.

“Llamé a mi compañero de vivienda, que también labura en Glovo y con el cual integramos un grupo de WhatsApp con algunos allegados. Cada vez que salimos a repartir a la noche compartimos ubicación en tiempo real para este tipo de casos, como prevención. Él llamó al 911 y alertó de lo que había pasado. Para esto, los ladrones ya estaban 135 y 36”, explicó el joven.

En la dependencia policial, P. refirió esto último y, según contó, “el policía que me atendió, con su celular rastreó el mío. Efectivamente estaba en esa calle, en esa esquina”, donde funciona una pizzería.

Siempre según la exposición de P., “enviaron una patrulla que, al llegar a ese lugar, avisaron por radio que había tres motos en la puerta: una Tornado blanca, que era en la que me fueron a robar, una (Honda) Titan negra y una SKUA 150 roja, que no era la mía”.

“Justo en el momento, la ubicación de mi celular se movió un cuarto de cuadra y, a partir de ahí, no se volvió a mover”, añadió. Esa información fue confirmada por fuentes oficiales, y todo fue elevado a la fiscalía.

Un nuevo asalto

El mes pasado, una repartidora de Glovo denunció haber sido víctima de una horrible situación de exhibicionismo en un comercio situado a metros de Plaza Moreno. Y la semana pasada le robaron la moto, la billetera y el celular en la zona de 1 y 65