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Los chats de “Chocolate” complican a un concejal massista y a su padre: la trama de las tarjetas de la Legislatura

Julio “Chocolate” Rigau, el puntero del PJ sorprendido en un cajero automático de La Plata con casi 50 tarjetas de débito y más de un millón de pesos pertenecientes a contratos de la Cámara de Diputados bonaerense, no actuaba solo. Sino que habría sido apenas “la punta de un iceberg criminal más grande para recaudar fondos millonarios” de la Legislatura provincial.

Así lo confirmó en las últimas horas un informe de la Justicia platense que peritó el celular del principal imputado. Según surge de los chats recuperados de ese teléfono, Claudio Albini, exsubsdirector de Personal de la Cámara baja, podría ser el “jefe de una asociación ilícita” de la que también habría participado su hijo, el concejal platense y apoderado del Frente Renovador, Facundo Albini.

El informe, a cargo de la fiscal Betina Lacki, da cuenta de la aparente vinculación de “Chocolate” con Albini padre e hijo, ambos imputados por presunta “asociación ilícita” y “defraudación al Estado”.

Surge de las conversaciones por WhatsApp que Rigau cobraba 200.000 pesos por mes para ocuparse de la recaudación de casi medio centenar de empleados (aparentemente ñoquis), dejarles parte del dinero a ellos y el resto “rendirlo” al mencionado Claudio Albini.

De acuerdo siempre al expediente fiscal, en la supuesta organización delictiva “Chocolate” reportaba a un tal “Facu”, según se desprende de los chats telefónicos. Se trataría, en efecto, del concejal platense Facundo Albini.

En uno de esos contactos, que data del 24 de agosto, el tal “Facu” le recrimina a Rigau por no contestar un llamado. Primero, le pide que le aclare sino quiere seguir trabajando con él. Pero ante la falta de respuesta, le advierte: “Te llevás 200 mil pesos por mes hace tres años y cuando te necesito no estás”.

Como Rigau no lo llama, Albini se inquieta y, tras insistirle repetidas veces, reclama: “Necesito urgente un nombre para la muni”. Ante el silencio, Albini escribe en mayúsculas “LLAMAME, vos me estas tomando de Gil”.

Incluso, Albini busca conectarse con el puntero y le ofrece hasta terminar la relación en buenos términos, pero como no encuentra respuesta, el 27 de agosto protesta: “Siento que me estás faltando el respeto y a la amistad que tenemos”, para finalmente rematar: “No quiero terminar mal con vos, pero no quiero que me tomes por idiota, me estás faltando el respeto a mí, a los compañeros y lo están notando todos”.

En otro de los mensajes recabados por la fiscalía se constata que “Chocolate” se muestra muy molesto por las continuas rendiciones de cuenta que debe llevar a cabo y el propio puntero reclama el dinero que los presuntos “trabajadores” deben hacerle entrega a fin de compensar eventuales gastos, como la compra de zapatillas o crocs, para así poder aclarar los gastos de cada cuenta bancaria.

De hecho, el 5 de septiembre por la noche -cuatro días antes de su detención- Rigau le manda una foto a Albini de un comprobante donde muestra movimientos bancarios. Ese mismo recibo estaba entre los tickets que le secuestraron a Rigau el día del arresto.

Cortocircuitos

Según fuentes al tanto de la investigación, los cortocircuitos entre “Chocolate” Rigau y Facundo Albini se precipitaron porque el sistema de recaudación de sueldos de los supuestos empleados de la Legislatura estaba teniendo algunos inconvenientes. Por ejemplo, a algunos les habían embargado parte del dinero, por lo que no podía hacerse el aporte completo a la política, mientras que otros habían usado parte de la plata depositada en la cuenta para sus propios gastos.

En base a esta prueba documental, la fiscal Lacki concluye que los citados contratos de la Cámara de Diputados bonaerense “se efectúan con fines espurios”, y que los “trabajadores” no cobran el dinero correspondiente a la remuneración informada.

Como ejemplo de estas maniobras delictivas, el informe cita también un chat extraído del celular de Rigau en el que un contacto identificado como “Bruja” le ruega dar de baja un contrato porque supuestamente se contrapone con el cobro de un plan social de uno de los presuntos empleados legislativos.

En otro mensaje de voz, enviado a una mujer agendada como “Carmen”, el puntero peronista habla “rendir” y menciona a “Claudio.

“Bueno, bueno, si ayer nos dijeron que bueno, que…en el horario de visita, once y media, entre once y media y doce ehh… la… tenía el alta, yo tengo que ir a rendir, ahora estoy por llamar a Claudio tratar de rendir lo mas temprano posible y llegar por lo menos a las doce”, escribe “Chocolate” en un mensaje del 28 de julio.

Con esta evidencia, que surge a seis días del balotaje y mientras la Legislatura provincial luce virtualmente paralizada, la fiscal Lacki buscará avanzar en la causa para tratar de definir qué rol ocupaban Rigau y los Albini en esta presunta organización criminal que durante años (así surge de los chats) se habría dedicado a sustraer fondos del erario público provincial.

La novedad judicial surge a seis días del balotaje y con la Legislatura en virtual parálisis