El recuento de votos. Foto: Archivo / Santiago Hafford
¿Conoce usted a Luis Drozd? Fue el precandidato a senador nacional por el Movimiento Amplio de Trabajadores y Jubilados (Matraju), el partido que menos votos consiguió en las PASO de la provincia de Buenos Aires. Sobre un padrón de 12 millones de electores, cosechó 1697 votos para senador y 1750 para diputados. Cerca del 0,02% de los sufragios. Ahora bien, si se toma en cuenta que recibió 6,9 millones de pesos del Estado ($ 6.948.761,22), tanto para financiar la campaña como para imprimir sus boletas, y se contrasta ese monto con los votos que consiguió, el Matraju logró otro triste récord: su voto fue el más caro de las PASO bonaerenses y, por ende, del país. Cada boleta que entró en las urnas le costó al Estado 2015,88 pesos.
En el otro extremo se ubica Unidad Ciudadana, que tuvo a Cristina Kirchner al tope de la boleta de senadores. Entre aportes para campaña e impresión de boletas, Unidad Ciudadana recibió $ 7.857.480,62 del Estado y consiguió 5.914.910 votos, si se suman las categorías del Senado y Diputados. Cada voto del nuevo partido de la ex presidenta le costó al Estado 1,32 pesos.
El segundo voto entre los más baratos fue el de Cambiemos. Cada boleta que efectivamente entró a las urnas le costó al Estado 1,81 pesos.
Los aportes de financiamiento de campaña se distribuyeron entre los partidos según los votos conseguidos en elecciones anteriores. Como Cristina Kirchner armó un frente nuevo, sin el PJ (que era la columna vertebral del Frente para la Victoria), recibió poco más de dos millones de pesos para financiar la campaña. Cambiemos, 5,5 millones de pesos. El Frente Justicialista, de Florencio Randazzo, que retuvo el sello del PJ, fue el que más recibió: 10,6 millones de pesos.
El tercer voto entre los más baratos fue el de 1 País. Cada voto de Sergio Massa y Margarita Stolbizer costó 3,88 pesos.
En total, entre fondos para campaña e impresión de boletas, el Estado giró 131 millones de pesos a los 17 frentes que participaron en las PASO bonaerenses. La división por los votos que efectivamente consiguieron permite identificar el «costo público» de cada sufragio y cómo esa cifra se agiganta frente a partidos con escasa o nula inserción. Que el Estado asegure ese financiamiento permite sostener el derecho constitucional de elegir y ser elegido. Pero muchos partidos fallidos reaparecen en cada elección para repetir papelones, lo que permite preguntar si su naturaleza responde a la actividad política o a la recaudatoria.
Del más caro al más barato, los primeros lugares del ranking de las PASO quedaron así: $ 2015,88 le costó al Estado cada uno de los votos del Matraju; $ 495 cada voto del Movimiento de Organización Democrática, que obtuvo 14.023 sufragios; $ 394,7 cada boleta Del Campo Popular. La lista sigue con el partido de Luis D’Elía, Encuentro Popular por Tierra, Techo y Trabajo, a $ 228,9 pesos por cada boleta usada efectivamente.