De a poco tratan de despejar el playón municipal de 20 y 50, desbordado desde hace años con miles de motos secuestradas en múltiples operativos que se realizan en la Ciudad. Ayer enviaron unas 1.500 a compactar y otras 100 a la Unidad Penitenciaria 1 de Olmos para reciclarlas. Algunas se transformarán en cortadora de césped, según adelantaron distintas fuentes oficiales.
Después de numerosos intentos, proyectos y pruebas pilotos, ayer hubo un intenso movimiento en la zona de 49 entre 20 y 21, donde un camión trasladó con una enorme pinza parte de las motos que estaban en el depósito de Control Ciudadano a la caja del propio rodado de gran porte para luego llevarlas a un depósito de Berisso, donde se hizo la compactación.
La de ayer fue la segunda etapa de esta iniciativa, que en su primer capítulo compactó unas 1200 motos. Con el retiro de estas unidades, las autoridades creen que con el espacio que quedará libre se reducirá “el riesgo ambiental”, además de quedar lugar para albergar las motos que son secuestradas por circular de manera irregular por las calles de la Ciudad.
Cabe indicar que la Municipalidad firmó un convenio con el ministerio de Justicia para que una parte de las motos secuestradas se entreguen a esa cartera provincial que las lleva a los talleres que organiza y dicta la Confederación General Empresa de la República Argentina (Cgera) en la Unidad Penitenciaria Nº 1, de Lisandro Olmos.
Allí, los internos con buena conducta, aprenden conceptos y técnicas de reciclado. De este modo, parte de las motos pueden transformarse en cortadoras de césped o bordeadoras, que pueden ser utilizadas en los pabellones internos del penal o ser donados a instituciones de bien público e instituto de menores.
El convenio entre la Comuna y la repartición provincial se firmó hace poco más de diez días y ayer se entregó la primera tanda de 100 motos.
Durante el operativo de retiro de motos del predio de Control Ciudadano, se realizó un corte de tránsito sobre la esquina de 21 y 49 durante gran parte de la mañana y las primeras horas de la tarde.
“Se trata de motos secuestradas que en muchos casos llevan años, es material desechable, y el espacio está completo, por lo que necesitamos hacer lugar”, dijo Roberto Di Grazia, titular de Control Ciudadano a EL DIA.
Ayer a la mañana, numerosos vecinos observaron con curiosidad cómo un camión con una gran pinza apretaba un ‘manojo’ de motos y las colocaba en un gran acoplado para llevarlas a una compactadora ubicada en Berisso.
Las motos que son destruidas son aquellas que cumplieron el plazo legal (seis meses) para que sus dueños las retiren y no lo hicieron. Cuando eso ocurre, y no hay respuesta a las notificaciones correspondientes, la Municipalidad puede disponer de ellas.
Los inspectores de Control Ciudadano secuestran en los diferentes operativos unas 150 motos por mes, de las cuales los propietarios retiran aproximadamente 20 y el remanente se acumula en el playón ubicado en 49 y 20.
Por ahora quedó en suspenso la idea de transformarlas en transporte de carga para los cartoneros.
