En sintonía con las marchas que fueron convocadas en distintas ciudades del país y con una puesta en escena donde abundó el cotillón y los colores verdes y violetas, algo más de 10 mil platenses se manifestaron ayer en La Plata en el marco el Día Internacional de la Mujer.
La cita comenzó poco antes de las 17 en plaza Moreno. Allí, distintos espacios políticos, agrupaciones sociales y estudiantiles y colectivos que militan por la igualdad de género participaron de la marcha, a la que también asistieron mujeres de todas las edades de forma independiente y, en muchos casos, acompañadas de sus familias. Aunque la enorme mayoría de los participantes eran mujeres -muchas con los pañuelos verdes en favor del aborto o con los colores violeta que identifican la lucha feminista-, se podía observar también una nutrida concurrencia de hombres, sobre todo varones que no superaban los 40 años.
“Quise venir a la marcha por varias razones, pero la principal es para que las mujeres seamos tratadas igual que los hombres”, decía Marianela, una abogada que viajó desde City Bell hasta el centro de la Ciudad con su hija de 6 años para poder marchar. “El año pasado vine sola pero ahora quería venir con mi nena para que empiece a entender que muchas cosas sólo se consiguen si una reclama. Quedarse en casa mirando televisión, en este caso, me parecía un muy mal ejemplo para mi hija”.
Encabezada por una ruidosa murga femenina y una bandera que pedía por la despenalización urgente del aborto, la movilización partió de plaza Moreno poco después de las 17 y marchó por diagonal 74 hasta plaza Italia, para luego transitar por calle 7 hasta la plaza San Martín, donde el grueso de los manifestantes se concentró frente a la Casa de Gobierno.
Si bien la premisa mayoritaria de la manifestación de este año fue el reclamo por la legalización del aborto y la igualdad de derechos, en la movilización se podían escuchar diferentes consignas que apuntaban contra la violencia machista pero que, en una colorida y festiva variedad de reclamos, también pedía por la equiparación salarial, el fin de los travesticidios, la libertad de Milagro Sala, la implementación de la Ley de Educación Sexual Integral y, entre otras tantas, la separación de la Iglesia con el Estado.
En nuestra ciudad, además, la movilización del 8M sumó el pedido de aparición de Johana Ramallo, secuestrada en julio pasado por una organización de trata, motivo de intervenciones callejeras, embanderamiento de edificios públicos y emisiones radiales públicas.
“Mi hija desapareció a dos cuadras de la DDI de La Plata y nunca nadie la quiso encontrar. Sabiendo que las primeras 48 horas eran fundamentales no se hizo nada”, contó la mamá de Johana, Marta Ramallo.
Mujeres del colectivo Inefable Arte, en tanto, junto a otras organizaciones feministas, plasmaron un mural en la calle 12 entre 50 y 51 por la aparición de Johana.
Tras desembocar frente a la Casa de Gobierno bonaerense, la manifestación hizo oír aún más fuerte su demanda de medidas para frenar femicidios y travesticidios y para que, además, cesen los despidos y se habilite el cupo laboral trans.
