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Otro golpe al sector de los panaderos con el cierre de dos locales históricos en la Ciudad

Dos panaderías anunciaron su cierre y la preocupación se abre, como pocas veces, como una luz de alerta en el sector. La crisis económica golpea fuerte en los comercios de diversa magnitud y en estos casos se trata de una panadería de barrio que lleva más de 60 años de actividad y en el otro es un histórico del rubro que se desprende de su sucursal más céntrica.

Quienes viven en la zona de 64 entre 16 y 17 se encontrarán con que algo faltará desde los próximos días. Quienes cada mañana pasaban por la panadería “La Primavera” a comprar el pan o las facturas se encontraron con carteles que anuncian el fin de una etapa, desde el próximo 18 de enero.

Héctor Landa, su propietario, remarcó que “la crisis viene de un largo tiempo, pero en el último año nos dieron el golpe letal con los aumentos desmedidos que no tienen fin. En uno de los servicios básicos pasamos de pagar facturas de 6.000 pesos en octubre a 10.000 pesos en diciembre. Y anuncian un nuevo tarifazo. No damos más y lamentablemente vamos a tener que cerrar el comercio”.

El propietario cuenta que ante la angustiante situación tuvo que salir a buscar alternativas para sobrevivir.

“No nos acompaña nadie. El Estado no ayuda, la economía ha perdido el rumbo, nos mandan boletas impagables y también será un problema a solucionar las indemnizacionaciones que nos tocará pagar a los tres empleados que tenemos en el local”, resume Landa, en diálogo con este diario.

Preocupado por el futuro, asegura que “al sector lo han bombardeado con ofertas de toda clase en distintos comercios que añadieron el rubro de panadería y eso también generó problemas en las economías de un montón de panaderías”.

Muchas cerrarron sus puertas en el último año y señalan entre otros casos el de una confitería de 25 y 58 que cerró sus puertas de un día para el otro.

Según Héctor, su dueño, la decisión final se tomó “debido a los factores económicos esto no se puede sostener y a esta edad tampoco estamos para situaciones tan angustiantes. Aumenta la materia prima y aumentas los servicios. En octubre nos vino más 4 mil pesos gas, en noviembre 8 mil y diciembre más de 10 mil. Lo mismo ocurre con la luz”.

Y sentenció: “No va más, no podemos prever como cubrir esos gastos”.

UN HISTÓRICO QUE SE DESPRENDE DE UNA SUCURSAL CÉNTRICA

La panadería y confitería Monserrat se desprendió de su sucursal más céntrica, la de 8 entre 47 y 48.

Según pudo saber este diario, uno de los motivos que habría derivado en el cierre de ese local del microcentro platense se habría originado a la hora de renovar las condiciones para continuar con el negocio en este 2019. Otras versiones apuntan a que ese local tendrá otro destino en el futuro mediato.

Lo cierto es que los dueños de la panadería Monserrat optaron por llevar las actividades centrales a la esquina de 9 y 45.

En tanto, poco se sabe lo que ocurrirá con los empleados que trabajaban en esa sucursal del microcentro

En 8 entre 47 y 48 se levantó por primera vez la persiana en 1890. Ahí mismo se fundó, con carros tirados a caballo para hacer el reparto, la antigua panadería.

Aunque la familia que impulsó la pandería adquirió el local de manera definitiva en 1964 (antes tuvo otros propietarios), la historia que la relaciona al rubro comenzó en Padua, Italia, con el abuelo Servilio, quien se ganó la vida como fumista (albañil de chimeneas) hasta que estalló la Primera Guerra Mundial. Con once hijos para alimentar, ya sin que nadie en medio del caos bélico le diera trabajo, construyó un horno de ladrillos en su casa y comenzó a vender pan a los paisanos.

Bruno, uno de sus hijos, aprendió al lado de Servilio la tarea artesanal de amasar el pan, y joven, con un presente que anticipaba un futuro sin posibilidades de progreso, tomó un barco que lo dejó en la Argentina. Corría 1931 y la primera escala fue en Santa Fe. Luego de permanecer un tiempo en esa provincia se trasladó a la ciudad de Buenos Aires. Allí se conectó con otros obreros panaderos y luego se instaló en 1890 en la empedrada calle 8.