Inicio Argentina Para Estudiantes, fue un empate con un claro sabor a derrota

Para Estudiantes, fue un empate con un claro sabor a derrota

Un golazo de Juan Francisco Apaolaza, a los 20 minutos, y otra anotación del uruguayo Agustín Rogel, a los 22, en jugada de pelota parada, habían encaminado anoche el triunfo de Estudiantes sobre un improvisado Banfield, al que desarmó un brote de coronavirus, y sobre el final, cuando el gol les quedaba lejos a los dos, encontró la igualdad con dos cabezazos de Luciano Lollo y Ramiro Enrique, a los 31 y 33 minutos del complemento.

El partido completó la octava fecha de la Copa de la Liga Profesional, dejó en pie los interrogantes que el Pincha había mostrado en las derrotas de local ante Colón y San Lorenzo, y en el empate con Central Córdoba, en Santiago del Estero, y con este empate 2-2 quedó en el cuarto lugar de la Zona 1, con 12 puntos, igual que River, Central Córdoba y Racing, detrás de Colón y el Taladro.

Al margen de las ausencias que se registraron en Banfield, el Pincha consiguió mejorar la imagen que había ofrecido en las derrotas de local ante Colón y San Lorenzo, y en el empate con Central Córdoba, en Santiago del Estero, y el triunfo por 2-0 lo hizo escalar hasta el segundo lugar de la Zona 1, encabezada por Colón, y muy apretada desde la tercera posición, donde se encolumnan, dos puntos abajo, River, Central Córdoba, Banfield, Racing, San Lorenzo, Godoy Cruz y Argentinos.

A partir de variantes por casos de coronavirus, lesiones y cuestiones tácticas, el conjunto albirrojo llegó de visita al estadio Florencio Sola, para cruzarse con un rival directo en la carrera para acceder a la ronda final del certamen, con la necesidad de recuperar la estatura futbolística que había perdido en las presentaciones anteriores.

Las bajas de Jorge (“Corcho”) Rodríguez, quien había asegurado equilibrio en la línea media, y de Fabián Noguera, la voz de mando en defensa, fueron lo más significativo en la movida ordenada por Ricardo Zielinski, en estos casos obligadas, por contagio de Covid y una lesión en la rodilla izquierda, respectivamente.

Por su parte, el Taladro, recién clasificado a la Copa Sudamericana 2022, desembocó en este partido tras un empate contra Aldosivi, en Mar del Plata, y la victoria del miércoles frente a Vélez, en San Juan, que le aseguró el pasaje al certamen continental.

Pero esos antecedentes, como equipo, quedaron de lado al confirmarse un brote masivo de coronavirus que dejó a medio plantel aislado y a Javier Sanguinetti, el entrenador, en la necesidad de modificar todo sobre la hora, debiendo recurrir incluso a un buen número de juveniles.

En esta cuarta salida de la ciudad, tras las victorias frente a Godoy Cruz y Arsenal, en este caso por goleada, y el empate con Central Córdoba, Estudiantes se rearmó con Fernando Tobio en el fondo, Juan Sánchez Miño como lateral izquierdo, Iván Gómez en la línea de medios, más Lucas Rodríguez y, quizás la mayor sorpresa, Apaolaza, en ataque, para acompañar a Leandro Díaz.

Y llamó la atención la confirmación del atacante surgido en las inferiores, al que Leandro (“El Chino”) Benítez promovió junto a Matías Pellegrini durante su gestión, porque fue declarado prescindible en varios ciclos e inclusive se fue del club a préstamo en busca de los minutos que de ninguna forma tenía seguro en el Pincha.

En la última jugada Abal no sancionó un claro penal para Banfield, que hubiese sido letal

No terminaba de imponer condiciones el Pincha frente a un rival decidido a soportar el peso del partido en terreno propio, cuando a los 20 minutos, momento del juego en el cual el gol parecía estar lejos, Apaolaza recibió de Leandro Díaz afuera del área y con un derechazo que se clavó en el ángulo superior izquierdo del arquero sacó una ventaja que enseguida, a los 22 minutos, aumentó Agustín Rogel con un remate corto desde el medio del área en jugada cuyo punto de partida había sido un tiro libre pasado desde la izquierda.

Favorecido por las condiciones en que debió presentarse el Taladro, los albirrojos volvieron a marcar los términos del juego, y aunque sin mayor profundidad, hizo lo necesario como para sostener la ventaja parcial. Un codazo de Leandro Díaz que no llegó a destino, aunque pudo costarle la expulsión, y un tiro alto de Mauricio Cuero, desde posición favorable, fueron las únicas amenazas en el tramo final del primer tiempo.

UN MAL SEGUNDO TIEMPO LO CONDICIONÓ

Con el ingreso en el inicio de la etapa complementaria de Nicolás Pasquini para encargarse del lateral izquierdo, Zielinski buscó un mejor control de la pelota en el medio adelantando a Sánchez Miño. La tendencia continuó en términos similares a los anteriores, con un equipo, el visitante, disponiendo de campo y pelota contra otro, el local, que recién al cumplirse el cuarto de hora buscó algo más a partir del ingreso de Nicolás Linares, lo cual significó quedar con una línea de tres en el fondo y alguna ambición en ataque.

El colombiano Pablo Sabbag y Ángel González aseguraron mayor velocidad en los contragolpes, pero cuando parecía cuestión de esperar el pitazo final, dos tiros libres cruzados desde la izquierda fueron conectados de cabeza por Lollo y Ramiro Enrique, quienes dibujaron un empate que otra vez dejó mal parado a un Estudiantes para quien el 2-2 significó una derrota, la cual no llegó porque el árbitro dejó pasar sobre la hora un claro penal de Pasquini. Así, el Pincha tendrá que mejorar.