Pese a versiones decambios de gabinete después de las elecciones del 22 de octubre, el presidente Mauricio Macri tiene, con casi ya dos años de su mandato, una premisa idéntica a los DT de fútbol: «Equipo que gana no se toca». Sin embargo, no se descarta que pueda haber sorpresas.
En caso de remociones, el candidato más firme es Jorge Lemus, ministro de Salud. Sergio Bergman, de Ambiente, generó ruidos negativos, pero está firme en el cargo.
Para los mejor ranqueados en el entorno presidencial, existe un «topfive«: Guillermo Dietrich, de Transportes; Rogelio Frigerio, de Interior; Nicolás Dujovne, de Hacienda; Jorge Triaca, de Trabajo, y Carolina Stanley, de Desarrollo Social.
Tras el triunfo en las PASO y con índices alentadores en la economía, no existen hoy conflictos graves en el gabinete. «Todos juegan en equipo, no hay tipos que se corten solos», dijo un miembro del entorno de Macri.
Se refería a conflictos que generaban Alfonso Prat Gay, ex ministro de Hacienda; Carlos Melconian, ex titular del Banco Nación, e Isela Costantini, la ex Aerolínas Argentinas.
Los que no califican para el ranking son el jefe del Gabinete, Marcos Peña, y los vicejefes, Mario Quintana, y Gustavo Lopetegui. Son «los ojos y la inteligencia» de Macri. Ergo, son inamovibles. Existen versiones de que se reduciría el gabinete económico. «Hoy no lo veo», señaló un allegado directo a Macri.
Por los problemas de Lemus y de Bergman, se pensó en fusionar Desarrollo Social, Salud y Ambiente, con Stanley a la cabeza. Pero por ahora no hay confirmación.
A Frigerio y Dietrich les reconocen alto nivel de ejecución de recursos en obras públicas vinculadas a la política, por impacto en la gente y en la relación con gobernadores. «Se colgaron esa medalla: la construcción que empuja a la economía», dicen en la Casa Rosada. Sobre Dujovne, dicen que «el Presidente está contento con su laburo». Moderado, discreto y con manejo de la caja.
También valora la muñeca de Triaca para remontar conflictos con los sindicatos de la CGT, un sector duro para un gobierno no peronista. Y evalúa muy positiva la gestión de Stanley con trabajo territorial con otro sector complejo: los piqueteros y las organizaciones sociales.
Otro mimado de Macri es Luis Caputo, de Finanzas. Artífice de la salida del default, logró mejor calidad de deuda: de 4 dólares, 3 fueron a cancelar deuda vieja con mejor calidad de plazo y tasa. Si bien siempre subsisten versiones internas de renuncia de la ministra de Seguridad, Patricia Bullrich, Macri la considera fundamental: «Ordenó el país, tiene logros contra el narco, frenó los piquetes, controló el conflicto mapuche, mejoró la inseguridad y se aclararon casos de robo». El Presidente no le atribuye responsabilidad en el caso Santiago Maldonado.
La sorpresa positiva: Carlos Vignolo, director del Plan Belgrano. «Tiene estrategia, dinamizó la coordinación de obras, se reúne con gobernadores, con Frigerio y Peña, con criterio político», señalan.
Alejandro Finocchiaro, de Educación, lleva poco tiempo. Pero Macri lo respalda: es de la línea y del equipo de Esteban Bullrich, su antecesor.
Oscar Aguad, con poco tiempo en Defensa, no registra comentarios. Juan José Aranguren fue de menor a mayor en Energía. Generó ruido por los aumentos de tarifas, pero se recompuso: Vaca Muerta, la minería y las energías renovables generan expectativas en Balcarce 50, pese a que tiene baja ejecución en obras.
El ministro de Justicia, Germán Garavano, tiene aval del entorno de Macri en un área compleja. El Plan Justicia 2020 marcha lento. Tiene apoyo y monitoreo de abogados clave en Cambiemos: Elisa Carrió, José Torello y Fabián Rodríguez Simón. Pugnó para que la ONU intervenga en el caso Maldonado, pero Peña laudó en favor de Bullrich.
En Modernización, Andrés Ibarra hizo un ministerio «transversal». Interviene en el personal y los expedientes de todos los ministerios. Ello le generó tensión, pero sigue órdenes de Macri, que lo respalda. Tambien avala a ciegas a Jorge Faurie en la Cancillería. Ordenó la casa y sigue la inserción en el mundo.
Ricardo Buryaile tiene apoyo, pero Macri considera que en Agroindustria algunas cosas podrían mejorar, pese a la recuperación del campo: el Senasa, el INTA, la leche, los puertos y la fruticultura. Francisco Cabrera, de Producción, generó ruidos con el manejo de precios y del comercio exterior. Las pymes son su materia pendiente, pero depende de otras áreas: la inflación, la reforma tributaria y los costos laborales.
El ministro de Ambiente, Sergio Bergman, tuvo serios traspiés. La compra personal de televisores en Chile y sus desafortunadas declaraciones de 2016 lo desgastaron. «Para el verano, lo más útil que podemos hacer es rezar», dijo sobre los incendios en el Sur. Se le transfirió el manejo del fuego a Patricia Bullrich.
Lemus es considerado un académico, enfocado en la epidemiología, de prestigio, pero de poca gestión. Tiene fuerte intervención de Peña y no produjo avances en seguridad social, en política sanitaria y en el funcionamiento hospitalario.
Otros ministros como Pablo Avelluto (Cultura), Gustavo Santos (Turismo) y Lino Barañao (Ciencia y Tecnología) no generan mayores comentarios en el Gobierno.
Los más y los menos
Rogelio Frigerio
Interior
Tiene alta ejecución en obra pública y ordenó la relación con provincias
Jorge Lemus
salud
Se lo considera un académico, de poca gestión y sin avances concretos
Nicolás Dujovne
hacienda
Macri lo valora por su moderación y su manejo de la macroeconomía
Sergio Bergman
ambiente
Tiene apoyo de Macri, pero sufrió serios traspiés en su gestión
Guillermo Dietrich
transporte
Avanzó en obras viales e infraestrctura, con alto impacto positivo
Lino Barañao
ciencia y tecnología
No generó logros relevantes y tuvo largos conflictos con científicos
