Tras el fracaso de la mayoría de las encuestadoras al predecir los resultados de las elecciones PASO , en los comicios generales se pudo conocer el rendimiento de los candidatos con días de anticipación. Los motivos detrás de la precisión de las cifras arrojadas tienen que ver con que, según especialistas, en la primera oportunidad algunos trabajos «seguramente no fueron realizadas de manera correcta por no contar con una muestra adecuada en cantidad y/o calidad».
El resultado de las elecciones legislativas de 2017 fue anticipado por más de una empresa de investigación, quienes predijeron incluso, cuántos puntos de diferencia sacaría cada postulante.
LA NACION presentó, el último 9 de octubre, un informe en el que la consultora Opinaia -a través de Juan Mayol, su director- pronosticaba que «Cambiemos aventajaría a Cristina Kirchner por unos 4 puntos». Entonces el especialista se refería un «crecimiento favorable de la imagen positiva del gobierno nacional en la provincia de Buenos Aires entre los votantes de Sergio Massa y Florencio Randazzo»
Por su parte, Federico Aurelio, al frente de Aresco, una consultora con 40 años de trayectoria, que acertó, incluso, el resultado de las PASO y también lo hizo en las legislativas propiamente dichas, habló el 12 de octubre de un Esteban Bullrich «entre dos o cinco puntos» arriba de Cristina en la provincia de Buenos Aires.
Respecto a los motivos que los llevaron a muchas encuestas a fallar durante las PASO y en otras elecciones, Aurelio explica que se trata de trabajos «que seguramente no fueron realizados de manera correcta por no contar con una muestra adecuada en cantidad y/o calidad».
Aurelio hace hincapié, entonces, en la importancia de una correcta ponderación de la muestra, y pone como ejemplo la «ponderación múltiple, en tiempo real con apenas un click». A partir de esta herramienta, la consultora monitorea la muestra (con especialistas) y realiza las correcciones necesarias en tiempo real. Un ejemplo tiene que ver con el teléfono fijo: hoy los jóvenes casi no lo usan, entonces, si se realiza una encuesta exclusivamente a partir de estos aparatos, la muestra no será representativa del total de los votantes de una ciudad argentina. Lo mismo sucede si sólo se hace en redes sociales; y el especialista explica: «Son un complemento ideal y en un futuro cercano serán indispensables, pero hoy no podemos hacer una encuesta política en este país basándonos un 100% en ellas».
Antecedentes internacionales
Patricio Pagani, director de Infotools, una compañía de investigación de mercado, y que trabajó durante 13 años en Nueva Zelanda, contó que allí «hubo un caso muy renombrado en el que el principal multimedios de ese país -llamado Fairfax- publicó una encuesta que anticipaba que un partido minoritario lograría los votos necesarios para ingresar al parlamento.
«El problema fue que todo nació de un error por el que el partido en cuestión fue sobre representado en la encuesta. Posteriormente se confirmó que el sampling de la misma fue confeccionado de manera incorrecta, con un reclutamiento online totalmente sesgado», recordó Pagani.
En consecuencia, y luego de un informe presentado por la Cámara de Diputados de Nueva Zelanda, el error de pronóstico hizo que la ciudadanía supusiera como algo posible que el partido llegaría al mínimo porcentaje de votos para ingresar a la Cámara. «De esta manera, muchos votantes que, en condiciones normales, no lo hubiera votado para no ‘tirar el voto’, terminaron votando. La conclusión del informe de Diputados fue que «si hubiera estado bien hecha la encuesta (como el resto de las que se hicieron en ese momento en ese país), el partido minoritario no hubiera llegado al mínimo». Y en este caso se basaron los diputados para trabajar en una legislación que regule la forma en que se aplicaban y publicaban los resultados de las encuestas en Nueva Zelanda», concluyó el ejecutivo de Infotools.