Inicio Argentina Reacción desesperada: un ladrón muerto al recibir cuatro disparos

Reacción desesperada: un ladrón muerto al recibir cuatro disparos

La tormenta perfecta. Cansancio, hartazgo, desprotección y cuantas cosas más, todo en medio de una inseguridad asfixiante. Por eso la muerte de un delincuente de 17 años, a manos de un comerciante que vio cómo le ponían una pistola en la cabeza a su mujer en el interior de una distribuidora de Tolosa, sobre la avenida 520 entre 11 y 12, no puede sorprender a nadie. Sí ocupar a las autoridades.

Hace 48 horas que en La Plata no se habla de otra cosa que de la intención de los vecinos de armarse en defensa contra el delito.

Quien ayer al mediodía usó una 9 milímetros para repeler una agresión ilegítima, que representó un peligro inminente para sí o para terceros, no provocó la situación. Todo lo contrario. Fue víctima, pero ahora empezará un largo derrotero judicial para determinar si la reacción resultó acorde al hecho o hubo exceso.

En primer término, según confiaron a este diario calificadas fuentes judiciales, el ladrón abatido, que tenía antecedentes penales, al menos cuatro registros, presentaba cuatro disparos sobre su humanidad.

Los mismos voceros revelaron que, en base a la inspección ocular del cuerpo, los balazos ingresaron de atrás para adelante. Es decir, por la espalda.

De todas formas, la confirmación llegará con el resultado de la autopsia, el análisis de las cámaras de seguridad y la recepción de la declaración del imputado y de los testigos presenciales.

Recién ahí el fiscal Álvaro Garganta, responsable de la investigación, podrá tener elementos para confirmar la no detención del comerciante, identificado como M. A., de 46 años, o modificar su realidad procesal.

Hasta hoy, cuando se presente en la sede de las fiscalías de La Plata, M. A. llegará libre, sin ningún tipo de restricciones, porque el fiscal consideró que no hay riesgos procesales para aplicarle una medida cautelar.

El mayor problema podría aparecer si se confirma que el asaltante sufrió las heridas en la fuga, es decir, le dispararon cuando escapaba del negocio. Por la retaguardia.

En ese caso, su libertad ambulatoria podría verse afectada, más cuando la causa es por homicidio.

¿Giró?, ¿Se agachó? ¿Hizo algún otro movimiento amenazante? Son varios de los interrogantes que deberán responder las pruebas técnicas y que también figurarán en el análisis para definir responsabilidades.

Respecto del ataque, se supo que actuaron dos delincuentes, que se desplazaban en una moto robada.

Ambos estaban armados e ingresaron por puertas diferentes al salón comercial. Se trata de un local de importantes dimensiones y con mucho movimiento. También repleto de cámaras de seguridad, que registraron la violenta secuencia plano por plano.

De acuerdo a los informantes, uno de los ladrones le apoyó un arma en la cabeza a la mujer del comerciante, quien se encontraba en una oficina en la parte alta del edificio. Ahí agarró el arma y decidió actuar. Por eso la evasión, al parecer con las manos vacías, los tiros y el horror. Uno escapó. El otro, no.