MAR DEL PLATA (De nuestros enviados especiales).- El aire plagado de optimismo y escasez de conflictos que dominó el 53º Coloquio de IDEA se encontró ayer con la primera polémica fuerte, en torno de la reforma laboral. El senador Guillermo Pereyra, secretario general histórico de los trabajadores petroleros privados de Neuquén, La Pampa y Río Negro, fue contundente: «La reforma laboral no es necesaria. Tenemos la ley marco y, si fuesen necesarias reformas, podemos hacerlas a través de los convenios colectivos de trabajo», dijo, en respuesta al planteo de los empresarios.
Pereyra trajo al presente un mal recuerdo, frente a un auditorio de unas 1000 personas. «Tenemos experiencia en intentos de reforma laboral, recordemos la ley Banelco», dijo en referencia a la reforma laboral aprobada en 2000 durante la presidencia de Fernando de la Rúa. «Una ley es crear un problema. Seguir hablando de reforma laboral es inútil. Sí hay que discutir una reforma fiscal», reclamó.
En una línea similar se manifestó el metalúrgico Antonio Caló. «Se habla mucho de la reforma laboral y el Gobierno, por intermedio del compañero [Jorge] Triaca dijo que la discusión se hará sector por sector. Bienvenido sea. Es lo correcto». Y agregó: «En la Argentina es muy difícil hacer una reforma laboral como la de Brasil. Acá tenemos italianos, gallegos, ingleses. Los brasileños son brasileños, aceptan lo que dice su gobierno. Acá hay que discutir qué es la reforma laboral y qué es lo que se quiere hacer».
Finalmente, Caló repartió culpas por el costo argentino con el sector privado. «Para que la Argentina sea competitiva… Es como el juego de la perinola. Todos ponemos. El Estado tendrá que poner la reforma tributaria y los empresarios la inversión. Nosotros no podemos ser competitivos cuando hay empresas que tienen máquinas de 40 años atrás».
