El Tribunal Oral Federal (TOF) 2 que interviene en la causa por el supuesto direccionamiento de la obra pública vial en Santa Cruz entre 2003 y 2015 por montos millonarios, rechazó todas las recusaciones que habían sido planteadas hacia algunos de sus integrantes y hacia los fiscales Diego Luciani y Sergio Mola.
Las defensa de los imputados -entre ellos Cristina Kirchner y el empresario Lázaro Báez- sostenían que la objetividad de los magistrados estaba en tela de juicio. Las principales recusaciones fueron las planteadas contra el fiscal Luciani y el presidente del Tribunal, Rodrigo Giménez Uriburu, por haber compartido un equipo de fútbol denominado “la Liverpool” que, además, en más de una oportunidad fue a disputar encuentros deportivos a la quinta Los Abrojos, de propiedad de Mauricio Macri.
“Todo esto ha herido de muerte la credibilidad de este juicio”, sostuvo el abogado Carlos Beraldi, defensor de la vicepresidenta.
En el caso de las recusaciones presentadas contra el juez Jorge Gorini, a quien se reprocha haber visitado la Casa Rosada durante el gobierno de Mauricio Macri, fueron rechazadas in límine por los tres jueces del TOF 2: Giménez Uriburu, Andrés Basso y el propio Gorini.
Gorini había explicado los motivos por los que, en dos oportunidades, concurrió a la Casa de Gobierno para mantener una reuniones con la entonces ministra de Seguridad, Patricia Bullrich.
El magistrado sostuvo que uno de esos encuentros tuvo que ver con la difusión de fotos “en pijama” del exvicepresidente Amado Boudou el día de su detención: Gorini explicó que tenía a cargo la causa por la tragedia del tren de Once, en la cual se ordenarían detenciones de exfuncionarios con condena firme, y dijo que solicitó la reunión con Bullrich para garantizar que se evitaran situaciones como aquella.
La segunda reunión invocada en la recusación en su contra fue por un tema de su seguridad personal, explicó el magistrado.
Tras señalar que las recusaciones resultan “extemporáneas”, los jueces rechazaron que exista un grado de amistad entre el fiscal Luciani y el juez Giménez Uriburu. “Han dado cuenta de los pormenores de la relación que los une, explicando los espacios en los que han coincidido en el pasado y también los límites que enmarcan su vínculo. Nos encontramos ante la evidencia de que la ‘íntima amistad’ por la que las defensas pretenden su recusación, no es más que un relato construido sobre la base de imágenes de las que difícilmente pueda colegirse esa conclusión”, concluyeron en el fallo en el que hablaron de la “mala fe procesal” en el que incurrieron las defensas.
El juicio se reanudará el martes con los alegatos de la Fiscalía.
