La violencia contra un hombre mayor en la entradera del jueves por la mañana causó estupor en Villa Castells (LEA: Otro jubilado lucha por su vida tras ser golpeado brutalmente en una entradera). La audacia de allegados a los acusados por ese brutal episodio sorprendió a los policías encargados de la investigación y el traslado, aún cuando se habían preparado para una detención difícil.
Los policías de las seccionales de Gonnet, Ringuelet, Gorina y de la Dirección de Análisis de Comunicaciones del Ministerio de Seguridad dieron por concluida su actuación tras saturar la calle 4 entre 493 y 494.
Tras sorprender a los cooperativistas que cavaban zanjas para la Municipalidad, los esposaron, los pusieron en un móvil y los enviaron a la oficina de reconocimientos médicos que funciona en la comisaría segunda. La patrulla tomó por Camino Centenario escoltada solo por un auto particular con oficiales del Servicio Penitenciario, vestidos de civil. La primera sorpresa se dio a la altura del cruce con 509, en Ringuelet. “Un Volkswagen Fox negro se puso adelante del móvil e intentaba entorpecer su marcha. Quería frenarlo”, contó un investigador.
AL ATAQUE EN CAMINO CENTENARIO
El auto, en el que iban tres personas, no lo logró y sin más sobresaltos los policías arribaron a la Segunda.
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Sin embargo, cuando se disponían a bajar encontraron una presencia no esperada, de dos hombres. “Quisieron abrir la puerta de atrás de la patrulla para que los detenidos pudieran escapar”, detalló la fuente.
La ofensiva nuevamente falló porque aparecieron en escena los policías que iban en el auto particular. “Les dieron la voz de alto y los redujeron”. En forma paralela, el Fox intentó escapar de la cuadra de 38 entre 8 y Plaza Olazábal, pero fue detenido a pocos metros. Conducía una mujer de 43 años.
Según informó la Policía, la conductora y los dos hombres fueron detenidos. Otro de los datos que sorprendió es que uno de los varones resultó ser un adolescente de 15 años. El restante tiene 25.
Fuentes de la Policía y la Justicia indicaron que los cinco detenidos se viven en el mismo barrio que los jubilados asaltados el jueves, pero en un área más cercana a la autopista La Plata – Buenos Aires. Al menos dos, los implicados en el ataque, uno como responsable de la agresión y el otro como cómplice y campana, quien conducía la moto, tienen un extenso prontuario y les asignan “el manejo de la zona”.
ENTRADERAS Y ROBOS
Los investigan por varias entraderas en la zona norte. Puntualmente, uno de los acusados “tiene frondosos antecedentes penales por hurto en tentativa y resistencia a la autoridad, tentativa de hurto y un intento de homicidio”. El más joven deberá responder también en otra causa por robo.
“Nosotros sabíamos que no era una tarea sencilla. Por eso, se armó un operativo con muchos efectivos e incluso un armamento no habitual”, dijo un jefe policial consultado y añadió que “evidentemente estamos ante gente que a quien no le importa nada. Ellos estaban dispuestos a liberar a los acusados y no miran si tienen que atacar un patrullero en una calle o frente a una comisaría, como hicieron en la Segunda”.
Por la noche, en esa seccional persistía el alerta por un nuevo amague de protesta de familiares y amigos de los detenidos.
Así, los policías debieron armar un fuerte operativo para llevar a un detenido al gabinete donde se realizan los reconocimientos médicos. Para llegar ahí, hay que salir de la comisaría y entrar nuevamente, por otra puerta, al mismo edificio.
