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Sorpresa en la Corte: renunció la jueza Elena Highton

elena highton deja la corte tras 17 años en el cargo/ web

La jueza Elena Highton de Nolasco dejará de integrar la Corte Suprema de Justicia de la Nación a partir del 1º de noviembre. A sus 78 años, la única mujer del máximo tribunal presentó su carta de renuncia convencida de que, según hicieron saber desde su entorno, la Corte atraviesa un “fin de ciclo”. Su dimisión tiene lugar apenas dos semanas después de la fractura interna que expuso la renovación de autoridades en el principal órgano judicial del país.

“Tengo el agrado de dirigirme al Señor Presidente de la República con el objeto de presentar mi renuncia al cargo de Jueza de la Corte Suprema de Justicia de la Nación, con efectos a partir del 1 de noviembre del corriente año”, anunció la magistrada en una carta dirigida a Alberto Fernández, con quien se comunicó por teléfono previamente para adelantarle su decisión. Después se encargó de llamar a los demás jueces que, según trascendió, recién ayer supieron lo que hacía días era un rumor: que después de 17 años en el cargo Highton evaluaba jubilarse.

En la misiva, de apenas seis líneas, la jueza no explica los motivos de su renuncia, que presentó ayer pero que lleva una fecha sugestiva: el 30 de septiembre. Apenas siete días después de que el 23 de septiembre Horacio Rosatti reemplazara a Carlos Rosenkrantz como nuevo presidente de la Corte con los votos de su predecesor y de Juan Carlos Maqueda. Una designación a la que se ausentaron Highton de Nolasco y Ricardo Lorenzetti, el expresidente del máximo tribunal en los dos primeros gobiernos kirchneristas.

Rosatti -al igual que Rosenkrantz- llegó a la Corte propuesto por el expresidente Mauricio Macri en 2016 y cuando hace una semana los supremos se reunieron (de manera virtual) para ungirlo como nuevo presidente, Highton pidió posponer el nombramiento con el argumento de que Lorenzetti no podía participar. Rosatti, Maqueda y Rosenkrantz se negaron y entonces la magistrada también optó por pegar el faltazo.

La fractura parecía evidente. Para Highton, el tribunal supremo atraviesa un “fin de ciclo”, según dejaron trascender en el entorno de la primera mujer nombrada jueza de la Corte, el 28 de junio de 2004 y de la mano del entonces presidente Néstor Kirchner, que la propuso tras la destitución de Eduardo Moliné O’Connor. Porque aunque Carmen Argibay había sido nominada antes, su pliego fue aprobado por el Senado más tarde. Con la renuncia de Highton, y tras el fallecimiento de Carmen Argibay en 2014, la Corte queda sin mujeres en su composición.

Highton fue además, desde 2005 y hasta hace dos semanas, vicepresidenta del tribunal.

En su llegada a la Corte, en 2004, mucho tuvo que ver Alberto Fernández, que entonces era jefe de gabinete de Kirchner. Esa relación, recordaban ayer fuentes judiciales, se había resentido en el último tiempo. No obstante, la jueza era muy cercana a Marcela Losardo, la primera ministra de Justicia, amiga y socia de Fernández, que además fue alumna de la magistrada en la Universidad de Buenos Aires.

Cuentan incluso que fue Losardo la que en los albores del kirchnerismo presentó a Highton y Fernández y que esté finalmente llevó su nombre ante Kirchner, ponderándola como una “destacada jurista”. Esa cercanía -o su recuerdo- habría llevado la magistrada a resistir en la Corte tras el cambio de Gobierno, pese a haber superado los 75 años que la Constitución establece como edad máxima para ejercer el cargo.

Highton contaba con un permiso especial para continuar en el máximo tribunal. Pero las divisiones internas, la negativa de Rosenkratz para que la magistrada fuera su vicepresidenta por otro período y la posterior elección de Rosatti como nuevo presidente fueron determinantes en la decisión final de la jueza.

Ahora, el mismo hombre que 17 años atrás la llevó a la Corte deberá proponer a su reemplazante. Será como parte de un largo proceso en el que Alberto Fernández necesitará del acuerdo de los dos tercios del Senado para poder designar al juez faltante. La tarea asoma difícil para la coalición gobernante: por sus propias tensiones internas, porque los magistrados de la Corte tienen en sus manos varias de las causas por corrupción que aquejan a la vicepresidenta Cristina Kirchner y porque, de replicarse los resultados de las PASO en las elecciones generales de noviembre, el Frente de Todos perderá la mayoría que pretende en la Cámara Alta para nombrar un nuevo juez.

Mientras, la Corte Suprema funcionará con cuatro miembros. Algo que ya ocurrió cuando renunció Raúl Zaffaroni y quedó con cuatro jueces. O tras la salida de Carlos Fayt, cuando estuvo durante seis meses con tres integrantes.