Se podría decir que no fue una desgracia de casualidad. Uno de los ascensores de la Torre II, ubicada en 12 y 53, cayó ayer en caída libre desde el cuarto piso y las tres personas que se encontraban en el interior resultaron con algunos golpes y por fortuna ninguno resultó herido.
«El susto que nos pegamos fue terrible», le dijo María Ugarte a eldia.com, una de las tres personas que ayer estaba en el ascensor que se precipitó hasta el primer piso, cuando se detuvo de manera abrupta.
«Subimos dos personas en el piso 14 y en el cuarto subió otro chico. Desde el momento en que la puerta se cerró, el ascensor comenzó a temblar y enseguida cayó en caída libre hasta el primer piso», contó Ugarte, quien se desempeña en el OPDS, y sufrió un golpe en la cabeza y en una mano que la tenía lesionada con anterioridad.
«Los ascensores son un desastre y lo que pasó ayer fue verdaderamente grave», apuntó Ugarte. Según indicó, en la Torre II hay 8 ascensores para el público, de los cuales funciona la mitad, a los que suben más personas de lo permitido para tratar de agilizar el movimiento del público que asiste al edificio.
«Quedarse encerrado en el ascensor es cosa de todos los días, pero esto fue distinto. Y hasta que no haya un muerto no van a hacer nada», aseguró.
Según comentó, después del episodio de ayer habló con el director del Centro Administrativo Gubernamental, a cargo de algunas áreas de mantenimiento, quien «nos trató muy mal».
El servicio de ascensores se encuentra está tercerizado y la semana pasada los empleados estuvieron de paro reclamando la falta de pago. «Si no les pagan a los empleados, imaginate cómo debe ser el mantenimiento de los ascensores», apuntó Ugarte.
«El problema en realidad no es lo que pasó sino lo que puede pasar», reflexionó con preocupación sobre la posibilidad de que la próxima vez sí se tenga que lamentar alguna víctima.
