Inicio Argentina Tercera ola: ¿Podría el verano darle inicio?

Tercera ola: ¿Podría el verano darle inicio?

El verano pasado fue el caldo de cultivo de la segunda ola / Télam

Con las imágenes de una Europa nuevamente en jaque por un rebrote de Covid, parece claro que la pandemia no ha terminado aún. Y la inminencia de las vacaciones de verano en el país, que el año pasado fueron el motor de la segunda ola de contagios entre nosotros, hacen temer que se repita esa situación. ¿Pero en qué medida podría ocurrir algo así? Si bien algunos expertos reconocen que el escenario epidemiológico actual es coincidente al que se registraba hace un año, aclaran que existe sin embargo una diferencia “sustancial”.

Como hace un año, cuando comenzó a gestarse la segunda ola de contagios que iba a terminar con 32 mil casos por día, el escenario epidemiológico actual (con un promedio de 1.364 contagios al día) genera entre gran parte de la población una peligrosa confianza en la antesala del verano 2022.

Pero si bien el punto de partida es parecido, epidemiólogos y analistas coinciden en señalar una diferencia determinante con respecto a diciembre del año pasado: el porcentaje de población que ya recibió el esquema completo de vacunación.

Mientras que al comenzar la segunda ola de contagios la gran mayoría de los argentinos no había recibido todavía ninguna vacuna, hoy el 62% de la población ya completó el esquema de dos dosis, el 79% tiene al menos una y ha comenzado a aplicarse en los grupos de riesgo una dosis adicional. Estos datos -señalan expertos- no sólo nos diferencian del escenario que se registraba en el país en diciembre del año pasado sino también del que se vive en Europa hoy.

“Los países europeos en crisis (por Covid) tienen alrededor del 30% de su población sin vacunar, sin ninguna dosis. En Argentina esto no pasa porque la gente se adhirió rápidamente a la vacunación”, explica el médico infectólogo Ricardo Teijeiro, para quien este verano “podemos tener algún rebrote pero no como el que está pasando en Europa hoy”.

OTOÑO E INVIERNO

A su entender “el riesgo mayor no es mirando al verano sino al otoño e invierno -como en Europa actualmente- porque ésta es una enfermedad respiratoria”. Con “un crecimiento de casos muy lento” como el registrado en la actualidad (donde el promedio de contagios diarios pasó de 1.000 a 1.600 en las últimas semanas), sólo “hay que mantener todas las medidas de prevención y ver cómo evoluciona la situación epidemiológica”, señala el especialista.

Un escenario similar prevé su colega Eduardo López. Hoy “el panorama es mejor que en diciembre pasado. Ahora tenemos una curva amesetada pero con una gran ventaja: empezamos a vacunar tarde, por lo que no pasaron los seis eses de la segunda dosis, el tiempo en que la eficacia no disminuye en forma dramática. Quiero decir que hay una ventaja operativa si se logra vacunar con dos dosis al 38% de las personas que faltan”, dice.

Tampoco el físico Eduardo Aliaga, un especialista en sistemas dinámicos que se ha dedicado a estudiar la evolución de la pandemia, cree que el verano pueda disparar la tercera ola de contagios en el país.

El año pasado “en vacaciones la gente estuvo al airea libre y cuando retomó las actividades presenciales los casos se dispararon porque no estaba vacunada”, señala Aliaga, quien explica que si la vacunación no hubiera resultado efectiva, la llegada de la Delta, que en el mes pasado se convirtió en la cepa dominante, hubiera generado ya un escenario peor al que vive hoy nuestro país.