El filósofo y escritor Tomás Abraham. Foto: Imagen de Tv
Esta noche, el filósofo y escritor Tomás Abraham inauguró la nueva sección de Terapia de Noticias , «El íntimo». Allí se explayó sobre la polémica del 2×1 e hizo especial énfasis en el «relato» kirchnerista, al que consideró en crisis.
«Yo también estoy en contra del fallo de la Corte. Es decir, todos. Cuando todo el mundo está de acuerdo hay algún problema. El problema no es el fallo de la Corte, que todos condenamos. Yo de mi parte para quienes hacen crímenes aberrantes no pueden tener beneficios, por más positivismo jurídico que haya. Para mí no puede tener beneficios ni un genocida nazi ni un criminal de Estado como lo hubo en la Argentina», sostuvo en un principio.
«Lo que yo creo es que hay un problema con respecto a este tema específicamente, del 2×1 y de la unanimidad de criterio de los partidos políticos y de distintos sectores. Yo diferencio los juicios del relato, hay una diferencia», agregó.
«Los juicios, por lo que yo sé, prosiguieron durante la presidencia de Mauricio Macri, esto no se detuvo. Ahora hay un fallo de la Corte y supongo que no tendrá ningún efecto, los juicios seguirán. Pero lo que no sigue tal cual es el relato que hubo sobre lo que aconteció en la década del 70. Nosotros hemos vivido desde el año 2004 una versión oficial desde el momento en que Néstor Kirchner inaugura la ESMA, ahí se inaugura el relato de lo que aconteció en esa época que fue un baño de sangre. Entonces ahí Néstor Kirchner ninguneó a Alfonsín; ridiculizaron a Strassera… Todo lo que aconteció en esa época frente a tanques con poder de fuego fue absolutamente ignorado. Le tiraron un hueso a Alfonsín cuando estaba fuera de pista», disparó.
Y opinó: «Todo este relato, en el que un Presidente mientras se llevaba los bonos de Santa Cruz adulaba a las organizaciones de los derechos humanos, diciendo que había habido una maravillosa juventud en la década del 70. Éste relato, está un poco en crisis. No los juicios, porque los juicios se hacen y deben hacerse. El relato está en crisis. Hay otras voces; creo que son minoritarias, sigue siendo hegemónico aquel relato, porque tuvo una función de extorsión moral. Si vos no estabas con ese relato, entonces estabas con lo peor que puede ser un ser humano».
«El número de desaparecidos es un tema vacuo, inútil y, a veces, obsceno», dijo entonces. Al tiempo que aseguró que «el tema de los derechos humanos (…) fue apropiado y confiscado por una fracción partidaria y eso tiene efectos» y que «hoy hay nuevas voces». Y agregó: «El relato K sobre la dictadura está en crisis».
El filósofo resumió que, actualmente, «el debate está abierto, las voces son plurales, no se puede hacer callar a nadie. No puede haber censura, porque éstos son mecanismos de censura. El debate está abierto, va a ir cambiando».
Por último, afirmó que el país «está estancado, en un cepo», pero agregó: «Hoy estamos mejor» y el gobierno «no persigue y dialoga».
