Según trascendió en las últimas horas, el dueño de EMEPA, Gabriel Benjamín Romero, admitió ante el juez Claudio Bonadío y el fiscal Carlos Stornelli que realizó al menos dos pagos de coimas a funcionarios del kirchnerismo por un total de 600 mil dólares.
En el marco de la causa de los cuadernos que investiga un presunto entramado de corrupción que habría permitido a funcionarios del kirchnerismo cobrar coimas a contratistas del Estado a cambio de la adjudicación de la obra pública, el empresario declaró como arrepentido.
Según sostuvo Romero, el pago de 600 mil dólares fue realizado en dos veces: el primero fue el 20 de enero de 2010, un día antes que se publicara el decreto 113/2010 por el que se renegociaron las condiciones del contrato de explotación de la Hidrovía, un contrato que estaba a cargo de dicha compañía. El otro pago se produjo semanas después de la firma del decreto de Cristina Kirchner.
Según señala la investigación publicada por el medio de prensa Infobae, “a partir de ese decreto el Estado le extendió en el tiempo la concesión del cobro de peajes por el río a la firma Hidrovía S.A. y le permitió ampliar la traza de la vía navegable más importante de la región. Por su parte, la empresa se comprometía a modernizar el sistema de señalización y el dragado.
