El platense Diego Serpentini es uno de los referentes del seleccionado nacional de talla baja, y en la víspera, a partir de la visita que la Selección argentina realizó al estadio de Huracán, en Parque de los Patricios, para entrenarse a puertas abiertas, tuvo la posibilidad de cumplir el sueño de compartir un espacio con Lionel Messi.
Dieguito, de 16 años, ganó protagonismo mediático con motivo de una serie de episodios que lo mostraron en un primer plano. Tras el debut en cancha de 11 con la camiseta de la categoría 2004 de Everton, club del que es hincha, tuvo la chance de asistir a un entrenamiento del plantel de Boca, en la Bombonera, y en la mañana de ayer pudo conocer a Messi.
Aquellos pases que intercambió con Fernando Gago, el capitán del conjunto Xeneize, y el manejó de la pelota que dejó ver en la cancha de Boca, le significó una alta exposición a nivel medios, que verdaderamente resultó poco en comparación que lo expuesto que estuvo ayer al ser fotografiado con el mejor jugador del mundo.
En la oportunidad, Diego Serpentini fue uno de los miles de fanáticos que ayer se hizo presente en el estadio Tomás Adolfo Ducó, con la ventaja sobre el resto de haber podido ingresar al campo de juego y saludar a varios integrantes del representativo que jugará para la Argentina el Mundial de Rusia 2018, pero sobre todo pudo compartir unos minutos con el que todos desean conocer: Messi.
Cientos de jugadores provenientes de instituciones del fútbol infantil de una amplia región llegaron, organizados, en la mañana de ayer hasta el estadio de Huracán, y de todos ellos los primeros en tener la posibilidad de recibir el visto bueno para pisar el terreno de juego fueron los integrantes del seleccionado de talla baja.
Tan seguro como de cumplir los sueños anteriores, esos que conmovieron a todo un país, Dieguito se mostró convencido de entrar a la cancha para saludar el “mejor de todos”. Y efectivamente, con la invitación correspondiente ganó metros por el túnel del estadio, y con la camiseta albiceleste puesta, caminó en dirección a la cancha, y una vez que pisó el césped e identificó la posición del “objetivo” se dirigió a la mitad de la cancha.
En ese lugar estaba el capitán de la Selección nacional que representará a la Argentina en Rusia, sentado sobre una pelota, y en su búsqueda fue el jovencito platense, que lo encaró como lo hace con un marcador cuando avanza con la pelota al pie. Semejante jugada le posibilitó no solamente recibir el saludo del “10”, sino también unos minutos de diálogo.
Terminó siendo una de las postales más lindas que dejó la visita de la Selección que dirige Jorge Sampaoli a la cancha de Huracán, en una movida con fines solidarios que convocó a una verdadera multitud, que en estos términos tuvo la chance de ver de cerca a los jugadores de elite que por estos días se entrenan con miras al Mundial.
Diego Serpentini aprovechó la situación mejor que nadie: saludó a su ídolo y fue ovacionado cuando hizo jueguitos a un costado de la cancha.
