Este año mataron a 52 personas en la Región, 8 de las cuales fueron mujeres y 5 murieron por esa condición. A dos de ellas las asesinaron sus ex parejas, quienes luego se suicidaron y una tercera murió junto a sus dos hijitos, en un incendio que habría iniciado su marido. Y otra, una bebita de 9 meses, murió en medio de una violación por la que está detenido su padrastro.
El restante femicidio de la lista ocurrió hace menos de un mes y no fue resuelto.
En todo el país se registraron 251 casos entre el 1 de enero y el 15 de noviembre pasados. El 77 por ciento de las víctimas tenían entre 31 y 50 años, el mismo rango etario del 83 por ciento de los victimarios.
Y 97 de los femicidios fueron cometidos por la pareja o ex pareja de la mujer. Es decir, 38,64%, según el Informe Parcial del Observatorio de Femicidios del Defensor del Pueblo de la Nación.
“Ya no tenían relación”
Quienes conocían a Laura Jara, la víctima del último femicidio de la Región, la recuerdan como una mujer trabajadora, divertida y amable.
Tenía al menos dos locales de ropa, uno en Ensenada y otro frente al de su hija, de donde salió ayer antes de que la matara su ex marido, Rubén Romanella.
Algunos testigos aseguran que la chica caminaba junto a Laura y a su actual pareja, Germán Lezcano, y que presenció la escena, aunque los policías no lo confirmaron. Lo cierto es que el episodio dejó en estado de shock al barrio y a todos lo que conocían a Jara.
La relación con Romanella duró muchos años; por lo menos, hasta marzo del año pasado. En el perfil de Facebook de Laura aparecen varias fotos de un viaje que compartieron a Río de Janeiro, en Brasil, en febrero de 2017.
“Salida de enamorados solitos, la pasamos muy bien juntos, ay piedras en nuestro camino, pero seguimos esquibandolas juntos te amoooooooo (sic)”, escribió Jara el 15 de febrero, acompañando una foto en la que se la ve, sonriente, junto a Romanella. La situación cambió a mediados de 2017.
“Hace más de un año que se separaron y ya no tenían relación”, dijo Ana, quien conocía a la víctima por su negocio en pleno centro comercial de Berisso.
Según el relevamiento del Observatorio de Femicidios, el 70% de los asesinatos se ejecutaron en los domicilios de las víctimas o en un entorno familiar.
