Iban vestidos con uniformes de la Policía Federal. Eran cuatro y sabían a dónde tenían que llegar. A golpes corrieron de su camino a una especie de custodio. Así se metieron en la casa que habitó durante los últimos años Juan Pablo Medina -detenido en el marco de una investigación por extorsión y asociación ilícita- pero actualmente ocupada por su esposa Fabiola García, ayer ausente.
Según informaron anoche fuentes judiciales y policiales, la vivienda, situada en 60 entre 9 y 9 bis del barrio Villa del Plata, Ensenada, fue invadida por los ladrones en el final de la tarde. Intentó resistir un custodio de la casa, quien sería familiar de García y cumple la tarea desde una garita situada en la calle. Como respuesta recibió varios golpes en la cabeza con una pistola, que le dejaron algunos cortes. Uno de los delincuentes se quedó afuera con el hombre golpeado -apuntándolo con un arma- y los otros tres ingresaron.
Al cierre de esta edición no habían trascendido datos de la investigación referidos al botín que pudieran armar los ladrones. Pudo saberse que ingresaron a la casa por la planta alta y fueron luego hacia la planta baja. Buscaban la caja fuerte.
Un investigador vinculado a la pesquisa calculó que tendrían información de que la casa estaba sola y sobre lo que podía haber en la caja fuerte. No venían armados solo con pistolas. También traían herramientas de mano y hasta una amoladora”.
La Policía avanzaba anoche en los detalles de la escena en la vivienda, con el custodio reducido y los ladrones buscando objetos de valor. Una visita inesperada habría frustrado el plan: “Un conocido del vigilador llegó con la mujer en un remís. Cuando pararon, el ladrón que estaba afuera los amenazó con una escopeta y la mujer que venía en el auto huyó. Estaba claro que la mujer llamaría a la Policía. Eso apuró la fuga en el remís, que apareció luego a 200 metros”, contó un investigador.
El apuro impidió cumplir el objetivo. “Llegaron a la caja fuerte después de romper la reja de una ventana, pero no pudieron abrirla. Está empotrada en el suelo. Es como un pozo con una tapa metálica encima. Solo quedaron algunas marcas de cortes”, detalló la fuente.
En la casa no estaba Fabiola García, la esposa del sindicalista que fue detenida en 2017 en el marco de la investigación sobre las actividades de la conducción de la seccional regional del gremio, pero beneficiada con prisión domiciliaria desde marzo pasado. Una de las fuentes consultadas, indicó que la mujer estaba ayer por la tarde en Ezeiza, visitando a Medina, quien sigue alojado en el Penal Federal.
Los ladrones escaparon con un teléfono celular perteneciente al cuidador de la casa. Según pudo saber este diario, sobre el final de la tarde se detectó que el aparato emitía señal desde un punto situado en el barrio El Mercadito, entre Tolosa y Ringuelet.
El dato se siguió con atención en la UFI Nº 8, a cargo del fiscal Hugo Tesón, que desarrolla la investigación, donde se preparaban pedidos de allanamientos. Si embargo, tras esas señales, hasta la medianoche la investigación Policial no había reportado otras novedades con movimientos del teléfono robado.
Aunque se miraba de reojo los último incidentes, con heridos, detenidos y hasta un muerto, vinculados con las disputas por la conducción del gremio, policías y funcionarios judiciales coincidían anoche en la tesis del robo como móvil del ingreso a la vivienda del sindicalista.
Las tensiones y disputas instaladas entre dos sectores de la familia del ex titular de la Uocra platense promovieron un enfrentamiento a tiros y con heridos en las calles de Berisso, a mediados de la semana pasada.
