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VIDEO. Estudiantes otra vez quedó en deuda y lejos de la expectativa previa

Lejos. Muy lejos de lo que puede ser. Y sobre todo de lo que quiere ser. Así se mostró Estudiantes ayer en el Julio Humberto Grondona, de donde se trajo apenas un empate ante un muy modesto Arsenal.

Matías Godoy adelantó a los dirigidos por Abel Balbo en el amanecer del juego luego de una gran jugada colectiva, pero Santiago Toloza igualó minutos más tarde ante un nuevo error infantil que el Pincha pagó caro.

Lo cierto es que Estudiantes empezó para golear y dejar rápidamente atrás el tropiezo del estreno con Tigre en UNO, pero rápidamente también pasó de ser un equipo voraz para pasar a ser uno ingenuo, que estuvo más cerca de perderlo que de ganarlo.

Con toque, movilidad y mucha profundidad por los costados, el Pincha no tardó en demostrar su poderío ante muy probablemente uno de los protagonistas más humildes de la Primera División.

Con Benjamín Rollheiser como conductor y Matías Godoy como su cómplice por el otro costado, los extremos de los de Balbo daban indicios de una tarde sin problemas, con muchas chances para Mauro Boselli y Guido Carrillo, quienes por primera vez compartían ofensiva desde el arranque.

Así, en apenas 8 minutos los visitantes lograron ponerse al frente con una gran jugada colectiva que tuvo todo lo que el DT pretende.

El Pincha salió a puro toque limpio desde el fondo. Fueron 11 en total, de derecha a izquierda y de izquierda a derecha, con más de un participante.

Clarificó Godoy en la zona media y jugó con Emmanuel Mas. El lateral sirvió a Santiago Ascacibar, quien nuevamente ubicó a Godoy para luego poner a correr al zurdo ex Boca y San Lorenzo. Mas llegó profundo y envió un gran centro pasado, el cual Rollheiser bajó al medio de taco para el ingreso del ex Talleres y Argentinos: 1-0. Todo a pedir del León, que rugió de arranque ante un local que, a diferencia de Estudiantes, se armó pensando en escaparse de la zona baja y no con la idea de ser protagonista, como más de una vez dejó en claro el exdelantero de la Selección Argentina que comanda los destinos albirrojos.

Sin embargo, esa intención le duró poco a un Pincha que nuevamente hizo crecer a su rival a partir de desatenciones y errores muy pronunciados.

La salida dejó de ser clara, los pases precisos se acabaron y desde un saco de arco propio, Santiago Toloza aprovechó un quedo general para un 1 a 1 totalmente impensado tras el pitazo inicial de Leandro Rey Hilfer.

El deseo de Jorge Rodríguez de buscar a las torres de ataque no surtió efecto, la pelota volvió rápido a campo propio y el mencionado Toloza escaló varios metros sin marca y sin siquiera un cuerpo cerca. Mucho espacio detrás de los volantes y mucha parsimonia en una última línea que ni sombra le hizo. Ante esto, el pibe levantó la cabeza, miró varias veces al arco y acomodó un remate imposible para el capitán Pincha.

De aquel Estudiantes protagonista, que estaba para golear sin problemas, no quedó nada en los últimos minutos de la etapa inicial. El Pincha volvió a meterse en un embudo en el que hizo crecer a su rival de turno, le sirvió el empate a partir de desconcentraciones propias y se fue al vestuario cargado de dudas.

Para el complemento, pese a los aires renovados, el trámite del juego cambió poco y nada. El equipo de Balbo se mostró partido, con una faceta imprecisa pero clara para atacar y una completamente distintas para intentar siquiera defender al humilde Arsenal, que trajo cerca de 20 caras nuevas en este mercado de pases.

Matías Godoy se apagó por completó, Benjamín Rollheiser se fue cansando paulatinamente y las intenciones de Estudiantes desaparecieron por completo. Ni Santiago Ascacibar, desde una posición en la que sus virtudes no explotan, ni las subidas de Leonardo Godoy y Emmanuel Mas lograron acercarles chances a los dos delanteros, lejanos y perdidos allá en el área de Alejandro Medina.

Por contrario, Arsenal sí generó y estuvo mucho más cerca que el Pincha del desequilibrio.

Ni las modificaciones, algunas tardías, le cambiaron la cara a un León muy desdibujado, que hasta ahora no ha logrado estar a la altura de las expectativas de sus hinchas y del mensaje dado por el entrenador, con ese afán y mentalidad ganadora para ser protagonista en todos los torneos.

De nada sirvieron los ingresos de Franco Zapiola, Mateo Pellegrino, José Sosa, Pablo Piatti y Mauro Méndez para un equipo que careció de ideas y que esta vez no pudo apoyarse en individualidades que tampoco aparecen. Apenas un cabezazo del uruguayo Méndez tras una gran habilitación de Piatti, que contó con una tremenda tapada de Medina, y una más del ex Wanderers, que aún no sabe lo que es gritar un gol con la camiseta de Estudiantes.

Hace una semana atrás fue Tigre, un equipo armado hace ya bastante tiempo, con idea y un trabajo muy en claro, quien desnudó las carencias del Pincha de Balbo. Ayer fue Arsenal, que no tiene ni los nombres ni la historia, ni mucho menos los mismos objetivos que el León para un 2023 que recién arranca, pero que lo encuentra cargado de cada vez más dudas.

En lo que en la previa se creía un duelo de extremos, fue el hipotéticamente más débil el que impuso las condiciones ante un Estudiantes que empezó de una manera y que terminó de la opuesta.

Con mucho por corregir (nombres y esquema entre esas cosas más allá de las declaraciones de Balbo), el miércoles el Pincha saldrá nuevamente a medirse con un rival inferior, el cual ni siquiera está en la misma categoría. Y allí sí que no podrá tropezar, porque su continuidad en la Copa depende del resultado.