BARCELONA, 22 Jul. (EUROPA PRESS) –
El teniente de alcalde de Seguridad del Ayuntamiento de Barcelona, Albert Batlle, ha planteado la posibilidad de hacer un retorno con «acompañamiento» al país de origen de menores extranjeros no acompañados (Menas) llegados a la ciudad.
Lo ha dicho en una entrevista de Ser Catalunya recogida por Europa Press, en la que ha afirmado: «Un niño siempre estará mejor con su familia, por problemática que pueda ser esta familia, que viviendo en los jardines de Sant Pau del Camp, o en los bajos de la piscina de saltos de Montjuïc o en el Pou de la Figuera».
El nuevo responsable de seguridad del consistorio ha recordado que la legislación habla siempre del interés superior del menor, y ha dicho que en el caso de menores de 11 a 16 años, el interés superior es «tener un entorno familiar, social y comunitario que lo acoja y que lo ampare, por conflictivo que pueda ser este entorno».
Batlle, que fue director general de los Mossos d’Esquadra, ha calificado de problema grave el aumento de llegada de menores extranjeros solos –aunque no ha dado una cifra concreta–, «que no solo es de seguridad, pero también es un problema de seguridad», porque ha dicho que el gran número dificulta el abordaje de la situación.
Ha reconocido que hay que ser prudente porque al plantear este tema «enseguida saltan todas las alarmas», pero ha dicho que es necesario hacerlo a la vez que se habla con servicios sociales, de inserción laboral y educativos para ver la oferta que se le puede dar a estos menores.
También ha planteado que es una problemática que ve en el resto de Catalunya, de España y de Europa, por lo que debería abordarse la situación de estos menores con la UE, así como con el país del que mayoritariamente proceden, que en el caso de Barcelona es Marruecos.
LÍNEA ROJA
«Tenemos que tratar este tema. Y llegado el caso, evidentemente este concepto de enviarlos a casa, de expulsión, de expatriación, no forma parte de mi vocabulario, pero en cambio hablar de retornos asistidos, de programas de acompañamiento», porque son cosas diferentes enviarlos en un avión hacia casa que acompañarlos, ha dicho.
Ha añadido que una parte pueden ser integrados con programas educativos, formativos y sociales, lo que deberán tratar con los responsables de estos ámbitos, pero desde el punto de vista de la seguridad considera que hay que abordar este retorno acompañados, que «si se hace, tiene que hacerse muy bien, con interés superior del menor» como línea roja.
