La alcaldesa de Barcelona, Ada Colau, y el vicepresidente de la Generalitat, Oriol Junqueras, han firmado este martes un convenio que permitirá que a principios de 2018 se ponga en funcionamiento la nueva línea 10 sur del Metro de Barcelona. El acuerdo prevé que se abran dos estaciones en el barrio de La Marina, dando respuesta así a una reivindicación histórica de los vecinos. El proyecto se financiará mediante la compra a la Generalitat de un paquete de inmuebles por 40 millones.
El convenio es fruto del compromiso al que llegaron el pasado mes de febrero Colau y el presidente de la Generalitat, Carles Puigdemont, cuando ambas administraciones acordaron estudiar cómo financiar la infraestructura pendiente. Tras meses de estudio, el Ayuntamiento de Barcelona comprará a la Generalitat un conjunto de bienes inmuebles, que la administración tiene en desuso, valorados en 40 millones de euros y la Administración autonómica se compromete, a cambio, a destinar íntegramente ese importe a abrir las dos estaciones del barrio de la Marina.
El Ayuntamiento adquiere así inmuebles en desuso dos naves del recinto Can Batlló y cinco solares de Can Batlló-Magòrica que destinará a equipamientos y vivienda pública. También compra la antigua Llotja o Borsí, el mismo inmueble que fue ocupado durante unas horas el pasado 1 de mayo. El inmueble de la calle d’Avinyó, del barrio del Gòtic, se convertirá, también como reivindicaban los vecinos, en un equipamiento vecinal. Por último, el Ayuntamiento también adquiere un solar ubicado la calle Costa i Cuixart en las antiguas cocheres de Borbó que se destinará a un equipamiento de barrio en el que se incluirá una guardería municipal.
Los 40 millones que invierte el Ayuntamiento servirán para poner en funcionamiento las dos estaciones de Foneria y Foc Cisell. Cuando se inaugure la infraestructura, estas estaciones se interconectarán con el resto de líneas gracias a los intercambiadores de la Torrassa (L1), Zona Universitària (L3) y Collblanc (L5) y una conexión directa con el aeropuerto.
En la firma del convenio han participado la alcaldesa Ada Colau, el vicepresidente Oriol Junqueras, la teniente de alcalde, Janet Sanz y el consejero de Territorio y Sostenibilidad, Josep Rull. Colau ha asegurado que hacer posible la línea “es una reivindicación no solo histórica sino justa y muy necesaria. Debe recordarse que esta línea surge de un acuerdo entre el equipo del gobierno y ERC”. La alcaldesa ha asegurado que faltan cuatro millones de euros para pagar las obras pero que todavía no han llegado a un acuerdo con la Generalitat sobre que espacio adquirir por ese importe.
Por su parte, Junqueras ha querido resaltar que el objetivo de la Generalitat es que los “compromisos con los Ayuntamiento no superen más de un año sin cumplirse. Trabajamos por el bienestar de los ciudadanos con acuerdos”. El objetivo, según Rull, es que esta inversión ayude a potenciar la línea y permita crear unas inercias que ayuden a sufragar los 39 millones de euros que cuestan abrir las estaciones de Idefons Cerdà y Provençana en l’Hospitalet de Llobregat.
La línea L10 sur tendrá poco más de seis kilómetros divididos en 3,3 kilómetros de túneles y tres kilómetros de viaductos que comunica la Zona Franca y L’Hospitalet de Llobregat.
