Elogia los «esfuerzos interesantes para crear redes» educativas en Catalunya
BARCELONA, 2 May. (EUROPA PRESS) –
El profesor y escritor César Bona, nombrado uno de los 50 mejores docentes del mundo por Global Teacher Prize, pide en su libro ‘Humanizar la educación’ (Plaza Janés) ver la pandemia de Covid-19 como «una oportunidad para transformar» el sistema educativo.
En una entrevista con Europa Press, Bona (premio CreArte del Ministerio de Cultura en dos ocasiones) ha afirmado que la crisis sanitaria es un «toque de atención» y ha reflexionado que si todos los estamentos de la sociedad se han tambaleado, es curioso –en sus palabras– que la sociedad desee que todo vuelva a como era antes.
El docente zaragozano ha destacado la necesidad de un cambio: «¿Cómo es posible que nos empeñemos en perpetuar un sistema que no obtiene los mejores resultados?», se ha preguntado, pidiendo focalizarse en datos como el abandono escolar o el absentismo.
«Se supone que los adultos queremos educar a niños y niñas para que estén preparados para un cambio. Nosotros tenemos que ser los primeros preparados para un cambio», ha indicado Bona, que también ha sido jurado de los premios Princesa de Asturias de Comunicación y Humanidades.
Concretamente, ha pedido dotar a los alumnos de herramientas de gestión de emociones, enseñar métodos de reanimación o incidir en la nutrición para evitar problemas de obesidad y sobrepeso y, en líneas generales, invertir tiempo en conocer a los alumnos: «En la escuela falta tiempo».
«Cuando escuchas a una persona, la conoces, a ella y a sus preocupaciones, sus intereses, qué le gusta. Qué menos que conocer a las personas que queremos educar. Que se sientan escuchados», ha reclamado.
Esta ganancia de tiempo se podría dedicar a incorporar la reflexión al aprendizaje, porque, ha señalado, «aprender sin reflexionar es malgastar energía» y desaprovecha la motivación de los alumnos.
REFLEXIÓN POLÍTICA
En opinión del autor aragonés, los políticos «no son el mejor ejemplo» de abordaje de esa necesidad de cambio y deberían ser el primer grupo que tendría que reflexionar, porque sus decisiones marcan el sistema educativo.
Por ejemplo, ha pedido pensar en las dificultades de acceso a la educación que experimentan los alumnos sin ordenador ni red: «Si queremos que la tecnología sea un factor que iguale, empecemos por la base de la infraestructura», ha dicho, añadiendo que la informática también ha acercado la desinformación a la educación.
Bona, que en el libro recoge experiencias de varios centros educativos de distintos puntos de España, ha elogiado del sistema educativo catalán los «esfuerzos interesantes para crear redes» y la importancia que se le da a la filosofía.
