BARCELONA, 26 Nov. (EUROPA PRESS) –
La consellera de Salud de la Generalitat, Alba Vergés, y el director del Servei Català de la Salut (CatSalut), Adrià Comella, han advertido este jueves de que Catalunya entra en una etapa «delicada» con la fase de desescalada, y ha pedido no bajar la guardia.
En rueda de prensa telemática, Comella ha explicado que la desescalada se inicia de forma diferente a como ocurrió en junio con la primera ola, señalando que en junio había 60 ingresados en las unidades de críticos, mientras que cuando ha comenzado la reanudación tras la segunda ola había 509: «No tiene nada que ver».
Ha señalado que también se producen una veintena de ingresos diarios en las UCI, el doble de los que se producían en junio, y que la mitad de la camas de críticos están ocupadas por pacientes covid, por lo que ha señalado que «seguramente se entra en la etapa más delicada y de mayor riesgo».
Comella ha dicho que se inicia la desescalada cuando todavía hay una transmisión comunitaria, por lo que ha llamado a una observancia estricta de las medidas.
El director del CatSalut también ha subrayado que la llegada del frío puede conllevar mayor circulación de otros virus y que las celebraciones navideñas, junto a las ganas de interactuar, puede ser un «terreno abonado ideal» para el coronavirus.
Ha alertado de que se entra en una fase de mucho riesgo y ha recordado que estas restricciones se acabarán, por lo que ha pedido prudencia y no querer correr más que el tiempo, y ha advertido de que si hubiera una tercera ola con la ocupación actual de las UCI habría un «riesgo de desbordamiento más grande».
Vergés ha pedido «no poner en riesgo» las burbujas de convivencia y estar muy vigilantes, y ha subrayado que es el momento del compromiso de administraciones y sociedad para parar este virus y que la mejor manera es el cumplimiento de las medidas.
