Los presidentes de la Corte Suprema, Haroldo Brito y del Tribunal Constitucional, María Luisa Brahm, se reunieron esta jornada, como una señal de distensión en medio de la polémica entre ambas instituciones.
La controversia surgió tras una resolución de la Tercera Sala del máximo tribunal del país, que determinó acoger un recurso de protección contra una resolución del TC.
Luego de la decisión, el Tribunal Constitucional declaró que «el ejercicio de garantizar el principio de supremacía constitucional, corresponde exclusivamente al Tribunal Constitucional» y aseguró que el organismo «no está sujeto a la superintendencia de la Corte Suprema y menos nuestras decisiones»
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Las palabras del TC, encontraron eco en el propio Brito, quien tras la controversia declaró que la salida a la situación, sería de la manera en que se resuelven los conflictos en materia legal: a través de la jurisprudencia.
La Tercera Sala de la Corte Suprema, además, defendió su posición y en una declaración pública aseguró que, en su resolución, «ejerció sus potestades jurisdiccionales de carácter constitucional. No ha ejercido la superintendencia directiva, correccional o económica respecto del Tribunal Constitucional, competencia de la cual carece».
