Inicio Colombia 391 municipios sufrirían déficit de agua por el Niño

391 municipios sufrirían déficit de agua por el Niño

Las consecuencias del fenómeno del Niño tienen en riesgo a 391 municipios, los cuales son susceptibles de desabastecimiento de agua en esta temporada seca.

De hecho, según el último informe del Ministerio de Vivienda, ya hay 12 municipios con racionamiento por la sequía que afecta sus fuentes hídricas.

En Barrancas, Fonseca, Hatonuevo, Maicao, Manaure, Riohacha y San Juan del Cesar, en La Guajira; en Motavita y Sora, en Boyacá; además de Zaragoza y Murindó, en Antioquia, y Aratoca, en Santander, son las primeras localidades donde se tomaron las medidas iniciales por el déficit del líquido y se optó por racionarlo.

En el Caribe, por ejemplo, desde las gobernaciones y alcaldías se han estudiado diversas disposiciones para enfrentar la ausencia de lluvias y el aumento de temperaturas.

Estas consecuencias ya se tornan críticas en Bolívar, departamento donde el gobernador Dumek Turbay declaró calamidad pública con el fin de atender con prontitud las graves afectaciones provocadas por la sequía.

Turbay sumó a la lista de departamentos con racionamiento a nueve municipios de Bolívar y se mostró preocupado con lo que se vive en Mompox.

Según Ricardo Arquez, líder de ese municipio, desde hace 20 días este distrito no tiene agua. Se necesita de inmediato intervención a la empresa que maneja el servicio en esa población.

“Tenemos un comienzo de año difícil, con aumento de incendios forestales, afectaciones de bocatomas de los acueductos, del río Magdalena, canal del Dique, río Cauca, río San Jorge, que muestran una emergencia por la escasez de aguas para poder abastecer a los pobladores”, dijo Turbay.

Otra zona donde ya sienten los estragos del Niño es Santa Marta, pues el déficit de precipitaciones comenzó a afectar el suministro de agua potable. Los ríos presentan una reducción de sus caudales y por lo menos 15 barrios están padeciendo por la ausencia del servicio, situación que obligó a las autoridades a surtir el líquido por medio de carrotanques.

En la ciudad tienen como plan de contingencia la construcción de 10 nuevos pozos profundos y la ampliación de la planta de captación de El Roble, con lo que esperan mitigar el impacto de la temporada de verano.

La dificultad con la disminución de los caudales no es exclusiva del Caribe. De acuerdo con Ricardo Lozano, ministro de Ambiente, “prácticamente cerca del 90 % de nuestros ríos en Colombia están teniendo graves problemas de reducción de sus niveles”. Esto significa que esta situación también se está viviendo en el Pacífico y la Orinoquia, donde hace rato se padecen esta consecuencia del Niño.

El desabastecimiento de agua en los acueductos también preocupa a las autoridades de los Llanos Orientales. La escasez de agua se siente en los 500.000 habitantes de Villavicencio desde el 31 de diciembre del 2018.

Ese día, la Empresa de Acueducto y Alcantarillado de Villavicencio (EAAV) tuvo que dejar de captar agua de las fuentes altas de la ciudad que proveen 200 litros por segundo, porque disminuyó considerablemente el caudal del caño Buque y otras quebradas cercanas. Además, por el fuerte calor y la gran afluencia de turistas a la ciudad en temporada alta, aumentó el consumo del líquido, explicó el gerente de la empresa, Jaime Jiménez Garavito.

Se espera que las otras dos fuentes de agua, las plantas de Bavaria y Puente Abadía, que surten 1.000 litros de agua por segundo a cerca de 500.000 habitantes –según la EAAV–, permitan atender la emergencia que impide el suministro de agua las 24 horas del día.

Pero no es solo Villavicencio el afectado por la disminución en la producción de agua. El gerente de la Empresa de Servicios Públicos del Meta (Edesa), Orlando Guzmán, expresó que todas las fuentes de agua del piedemonte llanero se han disminuido.

En los sistemas de agua que atiende esa empresa a través del acueducto regional del Ariari, y en los municipios de Cumaral, Guamal, El Dorado y Uribe, se han mantenido los caudales mínimos requeridos para el funcionamiento del servicio.

Por su parte, la Empresa de Servicios Públicos de Casanare (Acuatodos) reportó que en el departamento se han disminuido los caudales, pero hasta el momento no se han visto afectados los ciudadanos.

En el Caribe, por ejemplo, desde las gobernaciones y alcaldías se han estudiado diversas disposiciones para enfrentar la ausencia de lluvias y el aumento de temperaturas

Preocupan cultivos y ganado

Según Eduardo Arias, gerente del Comité de Ganaderos del Meta, la temporada seca está muy fuerte, lo que deriva en una disminución significativa de los forrajes (pasturas) que afecta la productividad de carne y leche en el Llano, donde hay un inventario ganadero de 5.400 cabezas.

Eso provoca que el ganado no aumente el peso, que no haya transformación de la carne y disminuya la producción de leche. Además, el ganado apenas sobrevive y pierde un promedio de 12 kilos mensuales, lo que en 300 animales de ceba puede significar 3.600 kilos de carne.

Otro de los efectos del fenómeno son las heladas en el altiplano cundiboyacense, que pueden traer consecuencias negativas para los cultivos.

REDACCIÓN CARIBE Y VILLAVICENCIO
En Twitter: @ColombiaET